domingo, 20 de mayo de 2012

¿VALE O NO VALE?

Después de tantas idas y venidas, de vueltas y revueltas, es lícito preguntarse: ¿El último acuerdo entre Gobierno y los médicos, vale? Porque no vaya a ser que mañana nos digan que, otra vez, se echan atrás y no vale lo que firmaron por esto o lo otro. Lo cierto es que los profesionales, los "intelectuales" están haciendo el ridículo y un triste papel en el conflicto, porque no dicen la verdad y porque recurren a argucias pueriles para dar paso al infantilismo de los trotskos y otras yerbas que quieren pescar en río revuelto; lo mismo que los oportunistas de la "oposición" que no pierden presa para tratar de morder.
Además, hay que preguntarse lógicamente si el acuerdo incluye la suspención de los procesos ordinarios iniciados en contra de algunos vándalos o autores de mala praxis o todo queda en agua de borrajas, una vez más, como casi siempre ha ocurrido.
Hace muchas décadas, era de esperar que de la Universidad saliera la nueva generación de profesionales, científicos y técnicos que ayudaran en el desarrollo nacional y contribuyeran a hacer una nación menos injusta, menos desigual y más equitativa; pero la realidad nos ha convencido, una y otra vez, que eran vanas esperanzas. No sólo porque una gran parte de los profesionales recién egresados tienen que emigrar para buscar mejores perspectivas sino también porque el partidismo sectario sigue siendo un obstáculo insalvable en la designación del personal competente en los sistemas de salud, de educación, de energía. Hemos llegado, incluso, a la situación de fraguar convocatorias a las que sólo les faltaba poner los nombres y apellidos para saber a quién estaban destinadas a favorecer, en una "avivada" más de los profesionales que fungían eventualmente de alguna canonjía en la administración respectiva, varios de los cuales han sido vistos "liderando" el conflicto apenas pasado.
Su cumpliésemos las especificaciones  de la CPE, del Código Penal o la Ley del Funcionario Público, muchas de las acciones recientemente desarrolladas debieran dar curso a procesos administrativos o en la justicia ordinaria, sin dilación ni excusa; pero como vivimos en Bolivia, donde la justicia aún no hace acto de presencia por una variedad de motivos y circunstancias, es de esperar que la impunidad continúe; más todavía, cuando se confunde maliciosamente complicidad con solidaridad.
Claro que, para salvar la ley de las excepciones, no todos los egresados universitarios se desligan de su responsabilidad social y es, curiosamente, quienes nos han sido contaminados con la demagogia "marxista", que dan esos ejemplos. Los otros son fanáticos del "socialismo", alegremente reunidos alrededor de una botella de buen whisky.
¿No será que la misma universidad no es otra cosa que fuente de preocupación y frustración para el pueblo? Porque muchos no sabrán leer ni escribir, como otros profesionales, pero eso no quiere decir que no sean inteligentes. Por lo demás, ¿quién ha dicho que Salamanca da lo que la naturaleza no presta? ¿Dónde tiene su origen aquello de: El burro sobre el doctor? Cuidado, no hay que hurgar el avispero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario