viernes, 4 de mayo de 2012

LENGUAJE E INCOMUNICACIÓN

Definitivamente el lenguaje parece que ya no sirve a la comunicación entre la gente y, todo lo contrario, sirve más bien para llevar agua al propio molino.
La comprobación está en las siguientes frases recogidas de las revueltas de salubristas contra el oficialismo: Un estudiante de Medicina: "Nosotros estábamos bloqueando pacíficamente"; ¿acaso el bloqueo en sí mismo no es un acto de violencia? ¿Cuál pacífico? Otro refiriéndose a los policías: "Cuando vayan al hospital van a ver si los atendemos" Queda implícito que el pichón no piensa jurar a Hipócrates. Otro más en una entrevista por la tv y al consultarle el presentador si el pueblo no era perjudicado con tanto bloqueo y manifestación: "Es que no se puede atacar directamente al gobierno". Lo que quiere decir que el pueblo está entre ambas fuerzas sin motivo ni razón alguna pero sufriendo las consecuencias.
Y así como estas frases nos develan, por lo menos, cierta difucultad en el manejo del lenguaje o las intenciones aviezas de venganza no lo hacen con el motivo principal del conflicto, que no es lo que públicamente se maneja sino lo que se mueve detrás de bambalinas: La Ley Financial, que ha puesto coto a la distribución, arbitraria, alegre y caprichosa del presupuesto universitario entre catedráticos y trabajadores del partidismo sectario, pues hace décadas que la "autonomía" no ha significado otra cosa que el disfrute administrativo de feudos entre los partidos de "izquierda" que, enemigos del capitalismo, no dudaban ni dudan en beneficiarse de granjerías económicas que sus conmilitones ponían o ponen a su alcance. El ganar diez o veinte veces más que un funcionario público o un profesional en el área privada, se obtenía gracias a la "autonomía" según la cual el gobierno no podía ejercer ninguna fiscalización en los dineros que las universidades obtienen de los recursos naturales y la participación del pueblo todo en el sistema tributario.
Tal y como lo apuntábamos hace días, el conflicto no es ni siquiera por el privilegio de trabajar sólo seis horas sino por seguir ganando por el partidismo sectario porque, contrariamente a la teoría, los cargos en las universidades se siguen distribuyendo no por capacidad o méritos sino por militancia partidista y, entonces, no hay por que sorprenderse cuando vemos entre los activistas, no a meritorios profesionales, sino a ex funcionarios públicos que aparecen como ex comunistas, ex movimientistas, ex miristas o ex adenistas, curiosamente reunidos para "atacar el gobierno" como manifestó uno de sus cachorros.
Por lo tanto, el lenguaje ya no es una vía de comunicación o información sino de engaño o desinformación porque sirve para ocultar, más que para aclarar, el pensamiento y la conducta de las personas. Lo que sí nos vuelve a sorprender es la sabiduría de los mayas cuando hablan del tiempo del no tiempo; que habría que extender como el lenguaje del no lenguaje.
Y si esto ocurre entre los "intelectuales", imagínense lo que está pasando entre los que no lo son o tienen limitaciones en su formación e instrucción, aunque eso no es impedimento alguno para sean dirigentes sindicales y, más todavía, profesionales de la impostura.

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