PURO VANDALISMO

Lo que está sucediendo en la UMSS es la comprobación de todo cuanto hemos venido comentando a propósito de la Universidad y su crisis, que no se reduce a cuestiones de presupuesto o de horarios sino a su esencia misma: La academia.
Porque salir a las calles, impedir el ejercicio de los derechos ciudadanos a quienes nada tienen que ver en el asunto, cerrar los predios e, incluso, llegar al secuestro de las autoridades, no es ningún argumento en favor de tal o cual cosa y cae simplemente en la delincuencia.
Lo malo es que no hay autoridades capaces de ponerse al frente no sólo porque también han perdido respeto y consideración sino porque son parte de la crisis; a lo que hay que añadir el mito de la autonomía que sirve, precisamente, para apañar estas situaciones de flagrante violación de las normas jurídicas y morales y situar la Casa Superior de Estudios, en una nebulosa donde nadie sabe a qué responde y a quién y se diluye en usufructuarios de determinado presupuesto, de titulaciones que cada vez dejan más dudas y de feudalización partidista que es lo que arrastra desde hace décadas.
Hasta parece castigo divino que sean los autodenominados trotskistas que encabecen esta convulsión delictiva y lideren la mediocridad que se ha hecho dueña de las universidades, cayendo en el cientificismo, la alienación ideológica y la vacuidad existencial.
Esta es la "U" que tenemos y que soportamos porque nos hemos descuidado de ella convencidos que estaban haciendo su labor y que la realidad nos muestra dramáticamente que no porque no crea ciencia ni conciencia ni tecnología.
Se dirá que es el caso de las más de las universidades del mundo; puede ser, pero no quiere decir que tengamos que soportar algo que otros han empezado ya a cuestionar y están preparando diferentes formas de abordar el tema sin que salgan los defensores de esto o aquello que no son sino los mediocres que parasitan el Alma Mater.
La Universidad en Bolivia ha llegado a la sima y, curiosamente, de las manos de quienes más la han parasitado: los izquierdistas o seudoizquierdistas que han empezado a comer las cosas por dentro y este el resultado que estamos viendo.