Según el Ministro de Gobierno, la oposición responde a las directivas de un ex miembro del régimen del "Goni" y actúa en consecuencia.
Lógicamente, los involucrados se están desgarrando las vestiduras y echando ceniza en la cara para ver cómo se libran de la acusación. Pero como hay nada nuevo bajo el sol, resulta que la politiquería no sólo en Bolivia sino también en otros países, ha actuado siempre a control remoto; por eso es que la "liberación nacional", en nuestro suelo, estaba en disputa entre "moscovitas", "pekineses" y "castristas"; mientras en el otro bando se alzaban los que se habían formado en la "escuelas de las américas" o eran o fungían como agentes de la CIA.
Lo que siempre le ha faltado al político criollo es autenticidad, con excepción de muy, muy, pocos, ya que siempre se han decantado por depender de alguien o tratar de imitar lo que otros no pudieron en su propia patria; así sea en "política" como en literatura o, incluso, interpretación de nuestra historia.
Han habido, como hay, afrancesados, anglófilos, marxistas y "tucuyimas" cuya pereza intelectual les hace repetir lo que otros dicen o postular lo que otros quieren, sin hacer que eso que comentábamos ayer: adaptar, no adoptar.
De otro lado, si alguien se anima a ser auténtico o, por lo menos, intentarlo, no tardan las brumas de la envidia en amenazar su existencia y recibe una cantidad de insultos y epítetos por no adecuarse al ambiente de macacos; mientras se proclama el esnobismo o la dependencia de manera descarada.
El arte de gobernar a control remoto, es un ardid que lo mismo ha usado la derecha que la izquierda, los liberales como los marxistas o trotskistas, los de ayer como los de hoy. Si antes era bien visto ser "militarista" hoy hay que ser castrista y se deja la nación, como hace mucho tiempo, sin opciones reales de liberación; porque lo único que libera es la autenticidad que es lo que hay que buscar entre tanto enmicamiento o alienación.
Por eso es lamentable ver nuestros "intelectuales aymaras", hacer gala de su preparación citando a tal o cual; pero sin mostrar nada de creactividad, de autenticidad, de naturalidad y lo mismo hay que decir de los que prefieren ser cola de león que cabeza de ratón y creen que siendo sirvientes de tal o cual imperio nos irá mejor.
Sólo en la medida en que nos animemos a pensar diferente podremos romper ese control remoto que nos ata al servilismo, la dependencia y el colonialismo.
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