OPRIMIDOS Y OPRESORES

Ha pasado repetidas veces en la historia, los oprimidos se han tornado en opresores y aunque se trate de excusar la cosa diciendo que es el producto de las circunstancias, del fervor revolucionario o lo que fuese; no hay justificación.
Ahora que se ha anunciado un nuevo mapa electoral algunos ciudadanos tienen la sospecha que se nos viene un proceso de discriminación entre lo rural y lo citadino, entre el boliviano común y el que se hace llamar "indígena-originario-campesino" o "indígena" a secas. Como ya lo hemos repetido varias veces todos somos indígenas, es decir, "originario del país de que se trate"; en este caso: Bolivia.
Para complicar las cosas, según la explicación oficial, primará el territorio en el nuevo reglamento; lo que nos parece un absurdo pues la democracia es ante todo: pueblo, gente, humanidad, por mucho que esté mal concentrada como es el caso nuestro donde no se ha podido equilibrar eso que se conoce como civilización y agro. Ergo, las ciudades más pobladas deben tener más representantes que las rurales porque de lo que se trata es de procurar el demos=pueblo y ya no vamos a decir en el gobierno porque, hasta ahora, es una falsedad aquí como en EEUU o Rusia.
Lo malo de las revoluciones son sus "ideólogos", aquellos que hacen lucubraciones hasta febriles de sus lecturas adoptadas, no adaptadas, y piensan que las personas han venido a quedarse y en el caso boliviano la locura desatada que nos ha hecho retroceder, en lugar de avanzar, se debe a esos "odiólogos", que no ideólogos.
Hasta la forma despectiva en que los propios "karas" usan el término que alcanza a los más "encumbrados revolucionarios" que se han adherido al consumismo y al capitalismo avaro, es una muestra de cuánto hay de ideología o de odio.
Hasta ahora todo es sospecha que trata de usar en su favor una autodenominada oposición que no es sino más circo que el otro; pero que tampoco acierta una.
Pero, ojo, si la democracia no la mejoramos, la profundizamos, la adaptamos a nuestra mentalidad, necesidades y aspiraciones, seguirá siendo tan onerosa como cualquier tiranía y tenebrosa como cualquier conspiración.