Nos ha pasado una y mil veces; siempre que hemos buscado la unidad lo hemos hecho con la misma intención con que los opositores la buscan: detrás de mí.
Y es que lo que nos falta es un proyecto, un programa, un plan y mientras no lo tengamos no podemos ponernos de acuerdo porque no sabemos en qué. Y este es el pecado capital o más grande que se le puede achacar a la Universidad y también a los pocos partidos políticos que hemos tenido en el país.
De otro lado, el ciudadano común, también ha fallado pues sólo indirectamente se ha hecho mención a esa necesidad en algunos ejemplos como Méndez, Mendoza, Tamayo o Unzaga de la Vega, a los que se ha combatido o ignorado según las circunstancias y las conveniencias de la politiquería y de la intromisión internacional donde es imposible no mencionar el marxismo, como el ejemplo más elocuente, ya que representa la alienación, el servilismo casi total de algunas personas a una ideología que fue y es inaplicable a la realidad nacional y latinoamericana, donde surgieron también otros hombres que fueron capaces de mirar más allá y proyectar sus propias aspiraciones y necesidades allende las ideologías en boga.
La unidad sólo podemos pensarla y perseguirla en el momento en que nos fijemos algunos objetivos comunes, como la identidad cultural, donde no hay que incluir sólo eso que se maneja como cultura y no es más que arte o apenas un rubro, verbigracia, la música, sino todo el acerbo con que nuestros antepasados y los actuales se enfrentan a la naturaleza y la realidad.
Y, en el caso de la identidad, es donde más flaqueamos porque no únicamente queremos destacar más lo estrictamente poblano, local y hasta tribal y nos nos animamos a reconocernos en esa identidad que se hizo desde el momento mismo de la conquista española y el desmoronamiento del Imperio Incaico: el mestizaje.
Que se ha construido, como lo dijera un mexicano, en la tierra por la guerra y en los corazones por el amor y mestizos somos por mucho prejuicio que se ha manejado y maneja al respecto desde siempre y aún ahora.
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