miércoles, 12 de marzo de 2014

NI FU NI FA

A la expresión conocida, hay otra en el medio local que la sustituye y que dice: "ni asna ni kapa" que, en quechua significa que no tiene olor; ni bueno o fragancioso, ni malo o asqueroso, es decir, ni huele ni hiede.
Muchos gobernantes del mundo pasan sus gestiones de esta forma, pocos son los que caracterizan algún gobierno y, si lo hacen, es más bien por lo negativo que lo positivo.
Claro que la propaganda intenta hacernos ver las cosas de un modo diferente a lo que son y por eso es que ahora todavía se insiste que Bachelet puede significar algo para la reintegración marítima. Pero si tomamos en cuenta su gestión, donde ni siquiera los problemas locales como el de la educación o los mapuches, han podido ser resueltos, quienes quieren esperar, que se sienten.
No hay alianzas ideológicas ni solidaridades de la misma laya; es algo que se ha perdido hace mucho tiempo y por eso es que se dio, verbigracia, la alianza de todos los países anticomunistas con la caída ex URSS, en la denominada segunda guerra mundial y hay muchos otros ejemplos más que podríamos sacar a colación pero no es el caso.
En Chile, así como todavía ronda el neoliberalismo en Bolivia, el tema crítico de la educación, en cierto modo comercializada en el gobierno de Pinochet, no sólo que no se ha podido resolver sino que se ha postergado o soslayado intencionalmente y del mismo modo muchas situaciones que hacen a su economía y vida política. Contra todos los análisis, las proyecciones y la propaganda que quiere mostrar a Chile como un ejemplo para esto o lo otro, su realidad es cada vez más discutible y el sólo hecho que tenga más del 40 por ciento de su población en la pobreza es ya algo notorio, aunque se use mucho maquillaje para esconder esa cotidianeidad que se vive en los pueblos, detrás de los carteles de la propaganda o fuera de las ciudades movidas por la simple sofisticación como Viña del Mar.
Puede la recientemente posesionada presidente chilena prometer cambios estructurales pero no hay que olvidar que en su primera gestión y cuando se podía y debía hacer más, nada se hizo y no es cuestión de echarle flores a su sexo o su militancia, sólo por hacerlo.
Tal vez, una figura que nos puede representar los "éxitos" de algunos gobernantes en el mundo, es la de su antecesor saliendo del congreso y marchándose con la amenaza de volver. ¿Por qué no? ¿Si ni asnan, ni kapan?

No hay comentarios:

Publicar un comentario