jueves, 27 de marzo de 2014

INTOXICADOS

No duele únicamente la muerte de esos dos jóvenes que perdieron la vida intoxicados por el alcohol sino que el problema viene de lejos: De cuando se quisieron copiar los ademanes y excesos de los "botellones" o de los espectáculos de rock que se dan alrededor el mundo y no se hizo otra cosa que promover el alcoholismo y la alienación. Uno de esos sujetos en una conocida plaza de esta ciudad de Cochabamba, sin querer reconocer su adicción, nos hablaba de teorías o especulaciones modernistas o socialistas que no pueden esconder el vacío espiritual que se alza por detrás.
Porque es eso. Ya los jóvenes, al parecer, no tienen o no quieren metas, no alcanzan ni el individualismo exacerbado a que nos conduce el mercado ni tienen en cuenta la sociedad que ese inicia en la conformación de un matrimonio como las reglas mandan. Ponerlo todo en cuestión, es promover la anarquía, el suicidio individual o colectivo porque al alza de las muertes de jóvenes por mano propia, en el mundo entero, hay ponerla paralelamente a los actos terroristas, así se traten de una elevación indiscriminada de los precios o la colocación de una bomba o el uso de un "cocktel molotov".
El sólo hecho que los dos fallecidos hayan acudido a una fiesta organizada por "jode sur" o "chupivalle", que no son sino las fachadas de comerciantes de la más baja especie, es una muestra de por dónde van los tiros. Así como los padres han perdido su papel orientador, las instituciones también porque consienten, aunque sea indirectamente, estas expresiones vergonzosas de desorientación, de vacío espiritual e intelectual, paradójicamente presentes donde, teóricamente, se van a llenar las ansias de saber y de conocimiento.
E, infelizmente, es un espectáculo que no sólo se ve en las universidades privadas sino, particularmente, en las públicas y no se refiere al consumo excesivo e irresponsable de alcohol o drogas sino también a la "titulitis" que les carateriza y que precisamente en estos días se muestra en la acción de fuerza de quienes quieren que su Carrera se convierta en Facultad, sólo en vistas del título, no del conocimiento o la aptitud. Aunque esta tendencia se note también en esa carrera loca y atrabiliaria por la maestría, el doctorado o lo que fuera que no es sino "titulitis", cientificismo, impostura.
Si de estudiantes se intoxican de alcohol o drogas, por el sofisma que fuera, después buscan los cartones para oropeles porque no se les descubra que por dentro van vacíos.

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