jueves, 3 de octubre de 2013

CONTUNDENTE - PARCIAL

Aunque parece una contradicción flagrante que, mientras unos califican los paros de las ciudades como contundentes, otros lo hagan como parciales o que mientras unos piden más sus parlamentarios dan todo por bien hecho en la asamblea legislativa; no lo es porque se trata de politiquería, que es la antiforma de la política.
Porque, además, no solo se da en ese aspecto o interpretación de los hechos, se da también de manera más dramática como, por ejemplo, en el caso del Parque Tunari de Cochabamba, que es un área verde que no sólo se quiere proteger sino mejorar para preservar "la clima", los acuíferos, el ambiente y que, aparentemente, está siendo invadido o destruido por quienes se anotan entre los seguidores de la Pachamama, de la madre tierra o los "indígena-originarios" que quieren ampliar la mancha urbana. Tampoco es una contradicción sino el resultado de la confusión o el engaño.
Confusión porque no saben ya lo que es el desarrollo, si tener dinero en el bolsillo para ser un buen militante del mercado consumista o tener las necesidades básicas satisfechas sin que medie otro factor que el trabajo honesto, que era la característica de la vida en épocas anteriores.
Engaño porque así como el marxismo o el comunismo, ya no sabemos si entrecomillarlo o no, porque hay tan pocos que realmente han entendido algo, les ofrecía el paraíso a los trabajadores, por mucho que su insurgencia haya significado la muerte de miles de campesinos, el liberalismo tampoco ha podido meter un duro en sus bolsillos.
Y esta es la característica general, tal vez, del mundo; por mucho que unos y otros se califiquen como cultos, desarrollados, del primer o del inframundo, porque la ignorancia si bien se puede disfrazar de cualquier manera, como dice el dicho, aunque se vista de seda, la mona, mona se queda.
Y si el planeta está en crisis es porque, aunque no lo admitamos, seguimos en la ignorancia y, como en el caso presente, en la contradicción. Sin saber si los paros fueron contundentes o parciales, si hay que ser seguidor de la madre tierra o del asfalto, del desarrollismo o del desarrollo.
Y, mientras tanto, viva la jauja para la politiquería, para el distraccionismo, para que ganen los analistas o los sofistas. ¿Qué es la realidad?

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