"PRUEBAS CONTUNDENTES"

A raíz de la presentación de unas cintas de audio que vincularían a un ex fiscal con los acusados de terrorismo y separatismo, los autodenominados "opositores" poco menos que han iniciado un nuevo carnaval al haberse dado por ciertas las acusaciones con un peritaje en el exterior.
Lo que nos mueve a risa es que nunca se quiere aprender cuando las neuronas se resienten o son escazas; porque si de "pruebas contundentes" hablamos, lo primero que debiéramos conocer es que ninguna obtenida al margen de la ley puede ser válida, como en el caso presente, y que nuestra historia está regada de este tipo de "pruebas" no sólo, por ejemplo, en el caso de la acusación en contra de un oficial boliviano que cumplía misión oficial en nuestra Embajada en México y que sirvió para el ingreso de EEUU a la guerra, so pretexto de conspiración internacional, sino también en la forma cómo muchos crímenes fueron tildados de suicidio o accidente o no eran más que ajustes entre mafias y delincuentes de cuello blanco, como se suele decir. Y eso lo deben saber los abogados; pero, claro no todos aprendieron al derecho sino al revés.
Lo mismo sucede con aquello de los "expertos" o los "analistas" que proliferan por todas partes
y, en cierto modo, han sustituido a los inquisidores porque nadie puede discutir sus conclusiones, recomendaciones o consejos si no quiere correr el riesgo de la hoguera.
Lo que nos lleva a las nuevas "pruebas de fe" que bajo distintos sofismas se han erigido después del Renacimiento y que actualmente están poco menos que en la picota porque algunos dicen haber descubierto de "partícula divina" o porque otros mantienen contactos extraterrestres desde hace tiempo.
No hay pues sólo las religiones conocidas como tales sino también las idolatrías a esto o lo otro del "modernismo", del cientificismo o de la civilización.
Y en esto caen los que presentan pruebas contundentes como sacan conejos de sus galeras.