La autodenominada oposición de Bolivia, ha solicitado al oficialismo que se los incluya en la elaboración de una estrategia de retorno al mar. Lo que parece hasta razonable no es más una petición peregrina no únicamente por la majadería en que se desenvuelve la actual "oposición" sino porque siendo miembros de anteriores gobiernos que no quisieron tocar el asunto o simplemente se subordinaron a las tácticas de logias o geopolíticas, no tiene ninguna vela en el entierro por incapacidad y por fracaso reiterado.
¿Qué puede aportar? ¿Cómo hacer genuflexiones? ¿Cómo doblar las rodillas? Y la propia reunión que el primer mandatario actual tuvo con ex presidentes y ex cancilleres ha sido una comprobación de la sospecha pues nada que se no se haya dicho demagógicamente antes se ha hecho conocer. En fin, sólo ha servido para la foto que los medios de comunicación han publicado como si gran cosa.
En cuanto al pedido de continuar con el diálogo, por parte de Piñera, no es más que otra majadería
porque nunca ha habido tal; ni cuando el abrazo de Arica, ni en el de Charaña; no únicamente por la hipocresía de la oligarquía chilena sino por su calidad de simple intermediaria de otros intereses que también nos hace sospechar de las promesas u ofrecimientos que otros pueden hacer cuando La Moneda casi nunca ha sido soberana.
Pueden haber pedidos y pedidos, candidatos y candidatos; pero no dejan de ser peregrinos, como cuando buscan los fracasados entre ellos mismos.
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