Como ya alguna vez comentamos esto del día de esto o lo otro, se ha convertido en una plaga porque en lugar de hacer algo positivo lo único que hace es exacerbar el consumismo y desviar la atención. Por ejemplo, existe el día de la mujer, del niño, de la nutrición, etc.; pero los datos estadísticos de los problemas cruciales de la humanidad pintan otro panorama y es desolador.
Vean: Cada día nacen 360000 personas, 15000 cada hora, 250 por minuto y 4 por segundo; mientras mueren 151600, 6316 cada hora, 105 por minuto y dos por segundo; cada día sobreviven mil millones de personas con menos de un dólar/día; 3 mil millones viven con menos de 2,50 dólares/día y son millones que se acuestan con hambre. Como si fuera poco, cada día se abortan 125000 bebés, 5208 por hora, 86 cada minuto, 2 por segundo; cada día 12,7 millones de personas descubren que tienen cáncer irremediable, un millón por mes, 352000 por día, 14666 cada hora, 244 por minuto. Todo, sin tener en cuenta los muertos por la guerra de conquista, la creciente delincuencia, las víctimas de la especulación bancaria, los suicidios por desempleo o los que se pierden entre las fronteras de los países que dicen que son el sueño de algo o alguien y no son más que máquinas de explotación.
No sirven pues ni el día de la FAO, ni de la infancia, ni el de la mujer ni de nada porque, verbigracia, el día dedicado a recordar la lucha de las mujeres por la igualdad se ha convertido en un día de mercado donde se venden y compran chocolates, flores o tragos y, lo que hasta parece curioso, dentro de las propias mujeres que piensan que si se emborrachan o hablan tacos como los hombres han conquistado algo y sus pantalones, porque eso es lo que llevan, se han "dignificado".
¡Mueran los días de sofismas y eufemismos!
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