domingo, 17 de marzo de 2013

LA CORRUPCIÓN DEL LENGUAJE

Varias veces nos hemos referido al uso del lenguaje y su manejo deficiente, por decir lo menos, cuando se trata de informar o de opinar. Y así como se debe exigir a un carpintero que maneje bien el serrucho o la garlopa, es también un requisito fundamental para que nos informen u orienten que sepan cómo se maneja el lenguaje.
Porque no sólo que la vulgaridad o la falta de vocabulario hace que algunas personas recurran a lo grosero y se den de "progres" o de liberados sino que, como dice un escritor argentino, "la corrupción del lenguaje precede a la corrupción de la vida" porque siempre que a la guerra se la llama paz, a la persecución seguridad; el asesinato es liberación.
Muchas veces también hemos llamado la atención sobre la Torre de Babel que no sólo se caracterizó por la variedad y abundancia de lenguas sino porque, incluso, los que usaban el mismo idioma no se entendían; que es lo que ocurre actualmente  en el mundo entero pues uno nunca sabe si vive en un país "en emergencia", "subdesarrollado", "tecermundista" o qué y si los que así nos califican son del "primer mundo", "desarrollados" o quien sabe qué pues sus acciones los acercan más bien a la barbarie que a lo que se puede esperar de la denominada civilización.
Vivimos, como decía Unamuno, en medio de sofismas y eufemismos que pasan como certezas o verdades valederas; pero que, independientemente de cómo se interpretan, es como darle chicle al hambriento.
Y todo esto se debe a la corrupción del lenguaje que nos lleva a la corrupción de la vida. Por eso es que hay que sentir lástima por aquellos que inundan las redes sociales o los medios de comunicación y no dominan el idioma o se salen por la tangente de la procacidad, so capa de ser mejor entendidos por el "pueblo", como si éste no fuera culto o se tratara de un rebaño arrebañado, fuerza es la redundancia.
El que quiera servirse del lenguaje, lo primero que debe hacer es respetarlo y conocerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario