Dice un adagio que con la vara que midiereis serás medido y es lo que está sucediendo con algunos diputados que, por estulticia y/o ignorancia, se explayaron en discriminación y racismo en contra de quien lleva el nombre del aeropuerto de Oruro. Y es que, para ellos, no se puede sostener un nombre ligado a la "rosca minero-feudal", la "derecha" o que tenía "tendencias al nazismo", que, aparte de ser discriminatorias por sus ideas, si es que las tuvo efectivamente, no son más que el repertorio demagógico de algunos oficialistas que creen que con llenar de adjetivos a quienes tratan de disminuir o anular, basta.
El sólo hecho de contestar cualquier observación a la conducta del oficialismo como la expresión de la "derecha", es ya suficiente discriminación y torpeza que no se puede aguantar en un ambiente de convivencia y tolerancia que están garantizados por la Constitución Política del Estado; un defecto que también hay que aplicar a quienes se dicen de la oposición e incurren en lo mismo: la descalificación y hasta peor todavía porque entran en el terreno de la difamación, la calumnia y el menosprecio. Y los que no estamos con la derecha ni la izquierda, ¿qué?
Si el Tribunal de Ética del parlamento no responde a la demanda como debe ser, la inhabilitación de los demandados, no importa pero debe servir ya como advertencia del viejo adagio porque esta moda de referirse al adversario en tono despectivo y discriminatorio y se da lo mismo entre los que se dicen de arriba, como entre los que se cuentan como los de abajo; entre los que creen y entre los que afirman que son ateos, gracias a Dios.
Si con la vara que midiereis, serás medido; también es conveniente mirar la viga del propio ojo, antes de ver la paja del ajeno.
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