Hay algunos que se están desgarrando las vestiduras por las revelaciones periodísticas de un parlamentario liberal alemán, a quien le atribuyen haber dicho: "en presencia de semejante trasero no puedo concentrarme en papeles" o que cierta "delantera" podía caber en esto o lo otro: nada fuera de lo corriente en la politiquería y la política pues no sólo hay muchísimos casos de matrimonios convenientes para las monarquías o imperios sino hasta los juegos "sexistas" de Churchill que, en plena guerra, se apostaba cerca de las puertas de los locales para comentar con sus secuases: ¿Cuántos torpederos, cañoneras o tanques se pueden dar por este trasero? ¿Cuántos infantes, o lo que fuera, se pueden arriesgar por estos senos? No hay que olvidar tampoco que se dice muchas veces que dos tetas pueden más que dos carretas.
No hay pues nada fuera de lo común, sin tener en cuenta esas sórdidas historias donde el sexo se ha mezclado con el espionaje, el terrorismo o la "revolución". Por lo demás, hay hasta una cierta aureola de prestigio entre algunos mandatarios famosos por su historial "romántico", para decirlo de la manera más suave, sin olvidar que algunos hasta renunciaron a la corona por los encantos femeninos o fueron parte de los mismos para cavar su propia fosa.
Lo que pasa es que el "sexismo", aunque sea parte de una campaña sobre "derechos" y otras yerbas sigue siendo un rubro de explotación para la desinformación, la manipulación y la sofisticación y no hay sino que ojear las páginas de los diarios o ver las pantallas de televisión para comprobar que sin bajos escotes, altos ruedos o desnudos explícitos los informativos carecerían de atractivo por lo monótonos y mentirosos.
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