En una sociedad cuestionada por ser individualista, egoísta, donde el hombre se siente solo en una multitud, ¿podemos esperar el hiperindividuo?
Según algunas personas el mismo ya existe y es: "un consumidor que vive en la nube y que, a través de la adopción de estas nuevas habilidades (las de la tecnología) se ha convertido en un ser superpoderoso que reconoce el valor de la información libremente disponible y la utiliza para recuperar el control del mercado", a partir de una información de la BBC.
Pero la información peca de varias contradicciones, entre ellas, aquella del control del mercado que, en verdad, debe ser insignificante o poco perceptible porque, al menos entre nosotros, el mismo sigue caracterizado por la especulación y el economicismo y una prueba contundente es la actual crisis que se soporta especialmente en Europa y amenaza contagiarse al mundo; de otro lado, ¿hasta qué punto hay información libremente disponible, cuando los costos de producción en la mayoría de los artículos del mercado no los conocemos?
Independientemente de las interrogantes sobre economía y mercado que podamos hacer, lo verdaderamente preocupante es que este hiperindividuo sea una subespecie del solitario en la multitud, del aislamiento voluntario, del ensimismamiento que nos hace perder la perspectiva social del hombre y conspira en contra de la fraternidad y, por ende, la solidaridad.
Y, teniendo en cuenta muchos casos de "ciencia-ficción" que hemos comentado hace unos días, nada raro que estemos evolucionando, incluso, a las obras de Isaac Asimov porque se está comprobando que la realidad supera a la ficción.
En todo caso, ojalá que no sea más que una especulación o el deseo de algún mercader.
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