Algunos medios de información han tipificado como insólita la noticia que da cuenta del pedido de un vice ministro japonés -Taro Aso- que les dijo a sus compatriotas de la tercera edad: "que se den prisa en morir" para evitar los gastos de su atención. Pues si conociésemos muchas informaciones del mundo, no tiene nada de insólito ya que así también habría que calificar el recetario del FMI que insiste en su modelo fracasado de recorte fiscal o el discurso de Obama que, haciendo alusión a Luther King y otros presentó un informe donde la verdad sale mal parada pues no habla de la recesión, del incierto porvenir o del aumento de la discriminación en ese país; con razón el caso no pasó desapercibido para un perspicaz caricaturista nacional que nos presentó una sátira donde, en su primer juramento, vemos a un Obama como era y, en el segundo, se ha blanqueado su semblante.
Y es también insólito que algunos "analistas" criollos, mientras ven a un presidente norteamericano fortalecido, hablan de un crecimiento "probable" de Bolivia cuando la mayoría puede percibir ese desarrollo por el número de carreteras nuevas, los sistemas de agua potable en el área rural o los nuevos aeropuertos, para sólo citar tres ejemplos y no es que intentamos echarle flores a nadie sino que no se puede ser ciego tan obstinadamente.
Lo característico del actual sistema de información en el mundo es más bien insólito de principio, por su manipulación, por su desinformación y por el acaparamiento de medios a cargo de empresas del economicismo y el materialismo; de modo pues, que el pedido del japonés no sale del marco de lo "racional" si nos atenemos a la realidad que vive el mundo por todas partes.
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