Se ha vuelto una constante que los autodenominados "grandes" califiquen a su gusto y sabor las acciones de los gobernantes de otros países. Así ha sucedido y sucede con Iraq, Iran, Libia, Afganistan o Corea del Norte, para citar sólo los últimos ejemplos.
Pero lo que no se quiere tomar en cuenta es que también EEUU es una amenaza para la paz mundial, como Israel, el FMI, la OTAN y la propia ONU que hace de la vista gorda a sus principios fundamentales cuando la presión de los que mandan se hace sentir.
Que Corea del Norte, o del Sur, o China, Alemania o cualquier nación tiene derecho a su defensa, es cierto; pero que nadie puede armarse en contra de los derechos de otros, también es cierto. ¿Pero por qué armase? Esta es la cuestión de fondo. Y es que la violencia es el principal argumento para mantener la injusticia, el sectarismo, la manipulación de la humanidad entera y es lo que persiguen las "potencias"; que habría que preguntarse muy seriamente de qué. Si del mal o del bien.
Si los cohetes de Corea del Norte apuntan hacia Estados Unidos, ¿Dónde apuntan las estrategias de hegemonía yanki? ¿Por qué se elaboran y se han elaborado estrategias de desestabilización para algunas naciones latinoamericanas, para citar un ejemplo denunciado y conocido? ¿Dónde apunta el recetismo del FMI? ¿Para qué la OTAN? ¿Y el escudo antimisiles?
Lo que tampoco se tiene en cuenta es que hay una política de incentivar el temor por todas partes y responde a otra táctica de la violencia materialista que pone en riesgo el planeta en su conjunto. Y quienes manejan el miedo lo hacen porque están mojando sus propios calzones y no les falta razón.
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