sábado, 26 de enero de 2013

AFRODISIACOS

Dicen que el poder es un potente afrodisiaco o afrodisíaco, como quieran, y hay que suponer que así es por una variedad de historias que tenemos en el acontecer mundial; desde la fama de varios reyes o reinas, hasta los casos de políticos menores de Bolivia, pasando por personajes como Clinton que se hizo más famoso por su relación con la "lengüinski", una becaria que así se la conoció al sur del río Bravo.
De modo pues que no vamos a ponernos a discutir sobre el asunto sino traer a colación algunos casos que llaman la atención por parecer curiosos. Uno de ellos, el de un vice gobernador potosino a quien se acusa formalmente por "uso indebido de propiedad pública" pues se habría ido a un camino solitario, en una movilidad oficial, para consumar una promesa sexual, por lo que no se lo acusa de violación  ni abuso. Todo parece ser hasta normal; pero si uno se pregunta ¿Qué hacia alguien cámara en mano en un camino solitario, que grabó el episodio? Pues huele más que a un simple afrodisiaco o un acto totalmente consentido.
Lo mismo pasa con la acusación en contra de algunos asambleístas chuquisaqueños; nada se hubiera sabido si el encargado de las "cámaras de seguridad" no hubiese intentado chantajear a un funcionario si no era recontratado y ya conocen los resultados.
Esta clase de episodios, accidentes, encuentros y hasta celadas, han sido corrientes en la historia del hombre y es increíble la forma cómo los organismos de inteligencia y espionaje los han aprovechado para una variedad de asuntos; desde el chantaje hasta el premio o la recompensa en "género". Y mientras no se develen completamente estas actitudes y supuestos, seguirá el mundo entre escandalo y escandalete que hacen anécdota o historia, dependiendo de quién se trata o de cómo se presenten las cosas. No hay que olvidar que, en el humor del pueblo cochabambino, muchas personas se negaron a que cierto General muerto en accidente aún no aclarado completamente, se velara en la Catedral local, por temor de la integridad de las vírgenes del recinto.

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