MERCADO COLONIZADOR

Ayer decíamos que el mercado también coloniza y hoy lo ratificamos y la mejor muestra está en la "fiesta" de Halloween que trata de imponerse a las tradiciones nativas y locales, mercado mediante, porque nadie sabe a ciencia cierta si la celebración de las brujas hay que buscarla entre los celtas, cátaros o irlandeses, por citar algunos ejemplos, y si se debe al culto al diablo, a las estaciones o las costumbres agrícolas.
Y, como siempre, donde mejor encuentra adeptos a la colonización es entre los que navegan entre dos aguas, es decir, entre seguir siendo campesino o hacerse citadino, verbigracia, o aparentar ser rico o seguir siendo pobre; porque es donde hay un terreno mejor abonado por el propio mercado y el consumismo que es un verdadero tentáculo criminal del materialismo.
Tal y como le ha sucedido a una conocida marca de comida chatarra, nada raro que dentro de poco veamos la derrota del "jayloween" (los que se hacen a los ricos) y volvamos masivamente a las costumbres nativas donde, fundamentalmente, se recuerda a los muertos a través de las ofrendas que se hacen en la mesa o "masthaku" o exposición.
Y, hablando de muertos, lo que hay que lamentar profundamente es que nadie se acuerde del extinto Parque Tunari, que ha sucumbido entre la indiferencia de las autoridades, la demagogia de algunos negociantes, la usurpación de las necesidades de la gente pobre y, especialmente, la inconsciencia de la propia gente que, en realidad, lo que está provocando es un suicidio colectivo pues impidiendo la continuidad de los acuíferos que eran la característica de la zona cordillerana y que alimentaba de agua potable y de riego a la Provincia Cercado y otras aledañas, lo que se hace es sentenciar la vida misma a su extinción y depauperamiento..
Tal vez, si las cosas continúan como están, dentro de muy poco ya no tengamos que celebrar nada; ni la fiesta colonizadora ni el recuerdo de nuestros difuntos porque la emigración será obligatoria no habiendo agua por el crimen en contra del Parque Tunari.