Sin ningún temor, a estas alturas, podemos preguntarnos ¿cuál es la democracia del "campeón"? Porque en EEUU lo que revela la continuidad de las "políticas de Estado" es que no cambia nada, pese a quién esté en la Casa Blanca; lo que nos lleva a interrogarnos sobre si su democracia es directa, indirecta o simple farsa pues eso de los colegios electorales y los compromisarios, los gastos de las campañas y los muchos sofismas que se manejan no son más que ardides del escenario.
Claro, que lo mismo podríamos decir de muchos de estos sistemas que se practican, aparentemente, en muchos países, incluido el nuestro y donde no es difícil encontrar "demócratas" intransigentes y defensores del sectarismo y que, evidentemente, actúan como termitas de la democracia.
La crisis económica mundial, de otra parte, nos demuestra cuan frágil es la democracia porque la economía defiende a los banqueros y no al pueblo en general, que es lo que nos muestra el recetismo de sus actuaciones para "salvar la crisis" y que está produciendo tanto descontento a lo ancho y largo del planeta.
Si, en determinado momento, y como efecto de la pendulación que se nos impuso después de la farsa de la segunda guerra mundial, la "democracia", sea la de las urnas o la "centralizada" del PC, resultaba un deber, es claro que ahora se presenta como un incordio para lograr aquello que hace siglos la humanidad viene aspirando: libertad,igualdad, fraternidad. Y, no hay que olvidar, que lo mismo se esconden usurpadores de la democracia en la derecha explotadora, que en la izquierda anarquizante y que en Estados Unidos, esté un republicano, un demócrata, blanco o negro, da la mismo porque el gobierno de ese imperio no está en la Casa Blanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario