Cada vez es más "contundente", como algunos de ellos dicen en noticias irrelevantes, la improvisación y mediocridad del personal de las radios y la televisión. Tanto, que ya la gente prefiere apagar sus receptores o anda por todo el espectro sin encontrar algo bueno o al menos regular.
Al parecer el remedio ha resultado peor que la enfermedad pues no sólo que se han creado carreras de comunicación social sino que se ha abierto la posibilidad de tener una licencia a toda clase de improvisados o licenciados que, en los hechos, hacen lo mismo.
Lo que más se resiente con esta incursión indeseable en los medios de comunicación es el manejo del lenguaje que, curiosamente, es la principal herramienta de cualquier tipo de sistema de emisor-receptor que se precie de serio. No sólo que vocablos copiados del argot de otros países, como "chutos", sino pésimas aplicaciones del idioma se hacen comunes con una lamentable seguidilla donde ya no es posible saber si hablamos la misma lengua o estamos en la pendiente de la ignorancia y la alienación.
Por ejemplo, a consecuencia del censo efectuado el pasado miércoles, a algunos medios se les ha dado por adelantar que habrán nuevas "urbes" o "metrópolis" cuando la definición de tales palabras es una recomendación para no aplicarlas libremente ya que si no se refieren a "grandes ciudades" se dicen de un sistema de centralismo, dependencia o colonialismo que está muy lejos de las intenciones de los mismos gobernantes actuales.
Es una lástima que entidades como la ATT o ASBORA no intervengan para evitar esta improvisación y mediocridad, como refleja y solicita una caricatura bien lograda en El Diario de la ciudad e La Paz.
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