Los que dicen componer la oposición en el país, acaban de cometer el mismo error que los lleva a anularse: buscar entre ellos mismos; porque eso es lo que tratan de hacer reuniéndose para elegir, entre ellos, valga la redundancia, a quien pueda hacer frente a la posibilidad de una reelección de Morales.
Lo que no sólo denota falta de inteligencia sino también de oportunidad pues lo que se pierde es tiempo, que es lo que más les falta para conformar alguna posibilidad u opción frente a la candidatura oficialista. En realidad, cometen el mismo error de la defenestrada "clase política": el creer que sólo ellos pueden dar las pautas de la gobernabilidad en Bolivia, cuando lo que siempre han hecho es subalternizar la soberanía nacional a los intereses de otros países, de logias o de alevosas traiciones.
Cuando se escriba la verdadera historia de la patria y del mundo, se podrá comprobar cómo y por qué se nos arrastró hasta casi la extinción, qué intereses se jugaron en las contiendas bélicas que tuvimos que soportar, el verdadero impacto de la "revolución nacional" y lo que se traen entre manos tanto los de la derecha como de la izquierda.
Lo que la denominada oposición vuelve a demostrar es su falta de inteligencia y competitividad y así no puede ser ni opción ni esperanza para nadie; por lo tanto, hay que abrir nuevos frentes, nuevas alternativas, ampliar la búsqueda no solo a las personas sino también a las corrientes de pensamiento que están ahí pero que los politiqueros se niegan a aceptar porque basan su accionar en el egoísmo y la estulticia.
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