Hace unos días, en la ciudad de Santa Cruz, se produjo el secuestro, con posterior rescate, de una ex parlamentaria de la "clase política" que, al parecer, puede destapar una serie de hechos que no sólo ayuden a aclarar el caso sino también a encontrar la punta del ovillo de un nuevo financiamiento internacional en contra de Bolivia.
El hecho es que se hallarían implicados, bolivianos, colombianos y españoles que, por su origen, pueden darnos algunas pautas sobre esta nuevo caso de financiamiento y el objetivo del mismo, porque es poco menos que imposible pensar que una señora logre acuerdos sobre decenas de millones de dólares, cuando de su propio peculio apenas tiene nada.
No es primera vez que se da este tipo de "ayuda internacional" y hay suficientes casos como para hacer una lista larga; empezando por la denominada Operación Irán-Contras, siguiendo por acciones bélicas de enfrentamiento fratricida en África y hasta intentos separatistas no únicamente en Bolivia sino en varias partes del mundo.
El dinero entra por las fronteras en forma descubierta, encubierta o cínicamente mediante personas, partidos, cofradías, cuentas bancarias o "negocios" sin que sea posible seguir su curso y, muchas veces, menos su origen y objetivo porque, como sabemos, no sólo existen cuentas cifradas, secretas o inaccesibles sino también secreto bancario y hasta paraísos fiscales y se pelean por él tantos los militantes de la derecha como de la izquierda que cuando los verdes apantallan muy pocos son los que resisten.
Por lo demás, muchos episodios de la historia que fueron calificados como francamente delictivos o naturales, no fueron sino sórdidas maquinaciones para deshacerse o castigar sujetos que no supieron responder ni a la confianza ni al financiamiento de organismos tenebrosos, Podemos pues estar en las puertas de otro episodio de éstos y dependerá del olfato de investigadores y administradores de la justicia para que no todo quede en la penumbra o la obscuridad.
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