El tema del camino y el Parque Isiboro-Sécure es un buen tema parea analizar diferentes comportamientos y cómo se puede dar lugar a la estafa en proporciones mayores y también cómo pueden haber ambientalistas y ambientalistas.
Porque conociendo la zona, cualquiera se da cuenta que el tal camino, en realidad, ya existe y es explotado por los contrabandistas de madera que quieren hacer monopolio en el lugar; porque también en zonas adyacentes existe la misma explotación y quienes se dedican al negocio no sólo pueden o podían mover influencias palaciegas sino que tienen el camino más expedito si tienen que enfrentarse a cualquier persona por separado que al Estado como conjunto. Y es ésta la ventaja que han adquirido "legalmente" por la estulticia de quienes fueron a legislar o constituir sin tener ni los merecimientos ni los conocimientos suficientes; como siempre detrás de los legítimos derechos y aspiraciones de la gente hay un trasfondo dominado por el vil metal que ya ha ocasionado repetidas veces que se encandilen los dirigentes al ver miles de verdes y transfieran el derecho propietario de sus tierras a extranjeros. Ya sucedido en el pasado, sigue sucediendo hoy; ha ocurrido en el exterior y ocurre en Bolivia y no hay que tener mucha memoria para recordar, por ejemplo, el negocio que hizo el Goni para llevar una gasoducto a sus minas y las monedas que le costó.
Es fácil desgarrarse las vestiduras cuando hay todo un teatro montado y un circo en actuación; pero nunca sabe uno para quién trabaja o, muchas veces, sólo hace al papel de tonto útil; claro que algunos no tanto y pueden ganar sus centavos. Pero, en verdad, el tiempo nos puede descubrir muchas cosas para sorpresa o vergüenza.
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