¿SIGUE LA COLONIA?

Las palabras de un dirigente de los nativos del Parque Isiboro-Sécure, no participante de la marcha, que decía que habría que discutir la situación en su idioma, puesto que sólo conocía a una persona de las que marchaban y calificaba a las demás como desconocidas, nos impone la interrogante: ¿Sigue la colonia? O, por lo menos, ¿los métodos coloniales? Porque no han faltado "espontáneos" que se han lanzado al ruedo en una típica actitud patriarcal, de superioridad, de amparo, que ha eclipsado completamente algún sentimiento de solidaridad y nada mejor para expresarlo que; "el tipnis somos todos" o "nuestra solidaridad con los tipnis" que no mostraban únicamente ignorancia sino confusión. Lo peor, que no han propuesto nada; absolutamente nada más que frases demagógicas como protección, reserva, especies forestales, etc.
Lo peor de la colonia no ha sido la victoria de la barbarie en contra de la sabiduría sino, precisamente, esos prejuicios que nos han heredado sobre la superioridad racial, la inteligencia y la consiguiente desprotección, desamparo e ignorancia de los nativos de estas tierras. Al parecer continúan perjudicando no sólo el progreso sino complicando todavía más la cuestión de la identidad con expresiones fuera de toda etimología como indígena, indígena-originario o cualquier otra que no hace sino esconder una realidad tan, pero tan contudente que hace tiempo lucha por emerger: el mestizaje que, curiosamente, se encuentra fuera de la "solidaridad", el "amparo", la "inteligencia" de los colonizadores redivivos y montados en los caballos de la sofistería más vulgar y ominosa. Y eso que representa el 99,99%.
¡Triste suerte la de los "indígenas"!