jueves, 13 de octubre de 2011

¿Y LAS SOLUCIONES?

Parece que el mundo entero le está dando razón a los mayas que hablan del tiempo del no tiempo; porque viviendo varias crisis, resulta que la verborrea ha sustituido a los proyectos, los planes o los programas. Lo mismo en la cuestión de la crisis estructural de la economía especulativa como en lo concerniente al camino Cochabamba-Trinidad. Porque si vemos sin anteojeras las cuestiones, nos encontraremos con que los "expertos" aconsejan salvar la banca para salvar la economía; que es como salvar los vampiros para salvar a sus víctimas. O, en el caso interno, exacerbar más todavía el individualismo o sectarismo para salvar el bien común.
Pero, aparte de la ausencia de propuestas serias, la palabrería no se detiene; lo mismo en Europa que no sabe cómo pagar a la banca usurera o entre los que quieren "salvar a los tipnis", con lo que, en ambos lados, se muestra una ignorancia supina sobre lo que se dice entender.
Como se dice entre el vulgo: mucho bla,bla,bla y nada glu,glu,glu; mientras los problemas se multiplican y nada vamos a conseguir desgarrándonos las vestiduras y echándonos cenizas en la cara si no proponemos soluciones y si no indicamos el camino a seguir basándonos en el sentido común y en procura del bien común. Tanto a la economía mundial como a la democracia nacional hay que proporcionarles los instrumentos más eficaces para recuperarlas de las distorsiones que la demagogia ha introducido hace tiempo en ellas; pero no es haciendo lo mismo que vamos a lograrlo y es preciso poner la cabeza en funcionamiento, antes de la lengua en movimiento; que es lo que menos necesitamos en las actuales circunstancias donde hasta los que tienen paralizado el cerebro desde su nacimiento quieren opinar como "políticos", "analistas" o "asesores", que ya habrá tiempo de recordar lo que cierto presidente francés decía de ellos.

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