jueves, 10 de abril de 2014

LA REVOLUCIÓN FANTASMA

Aunque algunos todavía quieren recordar el 9 de abril como el día de la "revolución nacional", ya no hay duda que fue todo menos eso. Desde frustración y decepción hasta traición.
Bastarían dos frases de su "monolítico líder" para saber exactamente de qué se trataba y que se descubrió cuando arengaba a sus conmilitones diciendo: "roben; pero den su diezmo al partido" o, como cuando los mineros fueron a pedirle aumento de salarios, saliendo al balcón presidencial les dijo que fueran donde el embajador norteamericano a pedírselo pues él era quien realmente gobernaba.
Pero los "historiadores" no quieren hacer referencia a estas palabras y tampoco indagan cómo y por qué y quién dispuso que Paz fuera el presidente, cuando estaba ausente del país y quienes intervinieron en la asonada y entraron en Palacio de Gobierno, aunque uno de ellos regresaba de una fuga fallida, tuvieron que contentarse con papeles secundarios. Tampoco hay quien haya investigado las causas de la derrota militar cuando, a la cabeza de los cadetes, se intentaba un rearticulamiento y, curiosamente, desaparecieron sus mandos naturales cuando, a su vez, aparecieron misteriosos maletines pródigamente repartidos.
Hay pues mucho para descubrir, para restablecer la verdad y ver que así como el voto universal se convirtió en la "democracia del cero", el pueblo tuvo que sufrir persecuciones, torturas y muerte en los campos de concentración, en las cárceles o en el exilio. Tampoco ningún historiador nos informa de cómo fue posible que un régimen movi-comunista, tuviera el pleno respaldo de la Embajada Norteamericana y qué se jugaba en ello; es decir, algunos simplemente copian lo que otros dicen pero sin consultar las fuentes de la historia, los hombres, las instituciones, la prensa, la literatura; aunque sabemos que casi siempre todo movimiento "revolucionario" tuvo áulicos o críticos, como se dieron durante y después de las revoluciones francesa, rusa o mexicana y cuyas teorías o especulaciones no coinciden con lo que vivimos actualmente donde, verbigracia, no hay "libertad, igualdad, fraternidad" que postulaban los racionalistas franceses y que dio campo al terror y hasta la restauración.
Y no es que mal de muchos sea consuelo de tontos sino que no podemos seguir viviendo de mentiras y hay que buscar la verdad.

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