viernes, 25 de abril de 2014

"FUENTES DE TRABAJO"

En cierta oportunidad cuando el Tribunal de Honor de una institución inició varios procesos en contra de los malos miembros del sindicato; éstos respondieron con que se les estaba privando de sus fuentes de trabajo.
Hoy la frasesita se repite en boca, especialmente, de las esposas de los militares dado de baja; pero no se quiere tener en cuenta que cuando se cumple mal, quien pone en riesgo su labor no es el que juzga sino el que comete las arbitrariedades.
Pero como vivimos en un ambiente derechista, no únicamente por la hipertrofia de los derechos en contra de los deberes sino porque se hace demasiado hincapié en los derechos individuales, aunque ello suponga desconocer los de la sociedad, del colectivo, del bien común que, en última instancia, significa desconocer el socialismo y la misma realidad. Es como si los delincuentes rechazaran la acción de la policía porque estarían atentando contra sus derechos y su fuente laboral. Y no es ninguna teoría peregrina pues no sólo que ya se ha dado sino que los majaderos de eso que se hace llamar oposición en Bolivia están demostrado su franco apoyo a los indisciplinados, por no decir amotinados, y, con ello, lo que apoyan es el caos, la aninstitucionalidad, la juerga.
Uno de los efectos lamentables del intento de revolución, en la Francia de pasados siglos, ha sido el surgimiento del hombre aferrado a los derechos pero incapaz de comprender los deberes; así ha surgido el hombre mediocre, el consumista, el vividor, aquel al que no le interesa conocer por qué se mueven los automóviles pero se sube a uno de ellos y cree que no sólo que ha conseguido avanzar racial o intelectualmente sino que ha incrementado sus neuronas y que es la plaga de nuestras ciudades del mundo actual. Tan trágica se ha convertido esta situación que los teléfonos móviles o las computadoras portátiles están agudizando la idiotez de las personas, que mejorando su capacidad de aprendizaje o de adaptación; y no hay más que ver en derredor para comprobarlo.
La defensa de los derechos es pues un sofisma cuando se usa por quienes se niegan a cumplir con sus deberes y es muy lamentable cuando vemos, casi diariamente, a los dirigentes de los "maestros" recurrir a cualquier barbaridad para excusar su incapacidad, su ignorancia, sus omisiones y se está haciendo moda esta inconducta.

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