domingo, 1 de septiembre de 2013

DÍA DEL PEATÓN Y LA BICICLETA

Hoy se ha extendido a todo el territorio, el día del peatón y la bicicleta, instituido en Cochabamba hace varios años, que es como quitarle un pelo al gato o tratar una fractura expuesta con una "curita".
Y es que si apoyamos esta medida antes de su aceptación, no era para tener dos o tres días al año para salir en bicicleta o frenar la barbarie motorizada sino para hacer conciencia del grave daño que la civilización viene haciendo a la humanidad. No es para rescatar "juegos de antaño" sino para concientizar a la población sobre la urbanistería, sobre la dramática pérdida de la frontera agrícola y sobre el consumismo exagerado de la economía sofísticamente de mercado.
Pero es precisamente esa economía que está distorsionando las cosas, o lo ha hecho ya, aunque alguien crea que prohibir el consumo de alcohol conduce a algo; porque comprar bicicletas, hacerlas arreglar para un día, ofrecer una parrillada a la familia o los amigos, es distraer la atención de la percepción de la realidad. Esa realidad que nos está acusando de ser irresponsables y vivir de espaldas a la ecología o el ambiente, de dejar pasar como "modernidad" el daño que se hace a la naturaleza con la industria contaminante o de abandonar el campo por ciudades cada vez más hipertrofiadas en todos los sentidos, en todos los aspectos, en todos los ambientes.
El día del peatón y la bicicleta tenía la función de cumplir un papel diferente al que se la ha asignado ahora, como simple paliativo a los males de la civilización; debía inducirnos a percibir que ya no podemos seguir hablando del fracaso o la declinación de la civilización, sin hacer algo, sin actuar en correspondencia. Pero como nuestras autoridades no saben de la misa la media, pueden instituir 200 días para la bicicleta y el peatón, sin que ello quiera decir que busquen soluciones estructurales al problema pues siguen asfaltando como si de progreso se tratase, como si fomentar el contrabando, la piratería, la inseguridad fuese su función. Si evaluásemos nuestras acciones, hace rato que el día del peatón y la bicicleta habría sido eliminado; no por innecesario sino porque los que fingen ser gobierno comunal no le han entendido.

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