En su mensaje presidencial Morales ha denunciado la existencia de "medios chilenos" y, hasta ahora y corroborando la denuncia, nadie se ha desgarrado las vestiduras so pretexto de la libertad de expresión o de comercio y el silencio lo confirma.
¿Pero es una novedad? Claro que no; en la década de los setenta, Don Jaime Ponce Caballero, nos dio a conocer su: "Moderna Política Conquistadora de Chile", donde advierte sobre la injerencia de intereses chilenos en la economía y otras instituciones, de acuerdo a una geopolítica diseñada desde Ibañez, hasta Pinochet, pasando por Harms Espejo y otros. A principios del siglo, un informe del INE daba cuenta que, en Santa Cruz, el 65 del comercio era chileno y el 45% de la inversión también; nadie quiso darse por enterado y las logias y los que, después, persiguieron y persiguen el separatismo, felices y contentos.
No es pues noticia que los chilenos estén infiltrándose, a tal grado, que, incluso, cuando se habla de "medios chilenos", podríamos ubicar algunos chilenófilos que no se animan a dar la cara pero se dedican a criticar esto o lo otro con una aparente majadería, que responde a otros intereses; como esos que salen a los EEUU a bajarse los pantalones.
Esta infiltración de intereses chilenos en nuestra patria tiene su origen en la "abrazo de Arica", del que no se quiere hablar porque comprometió la "revolución nacional" con la claudicación al entregar el río Lauca, la construcción del oleoducto Sica Sica - Arica y dar paso a una serie de acciones que comprometen la soberanía nacional en favor de La Moneda y la oligarquía del vecino país.
Y no es novedad porque, pese a que se escribe bastante, el ensayo no es muy leído o es opacado por los medios que prefieren la diversión y el jolgorio al arte y la cultura en general.
¿Hay "medios chilenos? Sí.
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