Lo que los Bush, padre e hijo, han hecho en el mundo no tiene parangón; y eso que sólo conocemos parte de la trama. Pero estas conspiraciones tenebrosas no únicamente se dan en el extranjero y entre los que retienen el poder de la avaricia sino que tienen sus discípulos, entrenados por diferentes instituciones "afines", en otras latitudes.
Lo que se denuncia respecto a la muerte de la periodista Huaycho y su asesino Clavijo, tiene todas estas características que sólo organismos "especializados" suelen enseñar en países cuyas "soberanías" están a su servicio. Y es que, según el abogado de los familiares de la víctima, el cadáver encontrado en los yungas paceños no correspondería al del victimador, por mucho que haya indicios de que así fuera.
Si hacemos un poco de historia; desde que la "ayuda" americana llegó a nuestras fronteras hemos visto cómo aparecieron muchos suicidas con dos o hasta tres disparos con armas de diverso calibre, golpes militares o civiles que se excusaron pero nunca se justificaron, "asesores" que enseñaron a nuestros nativos las "artes" de la tortura o establecieron sistemas casi, casi, eficaces de persecución y control de la ciudadanía en general; no es casual, por ejemplo, que el "control político" del régimen de la "revolución nacional" se haya ejecutado dentro de la cooperación americana que, además, financiaba generosamente las cárceles y los campos de concentración que se abrieron; aunque nunca esos aportes llegaron donde debían sino a los bolsillos de los carceleros.
Desde que " la embajada" se mantuvo activa en nuestro suelo hemos visto suicidios, accidentes y hasta ejecuciones públicas y cínicas donde varios de nuestros mejores fueron eliminados, mientras los peores pululaban en los entornos del poder del entreguismo.
¿Cuánta de esta tenebrosa conspiración está presente en las protestas que ahora vemos por los resultados del censo; que aunque tiene errores, no da para tanto? ¿Habrá alguien que aclare convenientemente estas dudas? ¿Autonomía o separatismo? ¿Estulticia o inteligencia? ¿Información o desinformación?
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