El espionaje es de por sí una actividad encubierta; nadie espía a sabiendas que el espiado sabe que está siendo observado. Pero he aquí que el habitante de la Casa Blanca nos viene con eso de "espionaje transparente" y advierte que se dirigirá principalmente a sus aliados europeos, aunque puede ser sólo un señuelo para observar a los demás. Toda una estupidez si tratamos de interpretar el anuncio a la luz de la razón.
Pero así está el mundo. Muchos habitantes pasajeros de palacios y palacetes no gobiernan realmente nada y apenas si se contentan con presidir ceremonias protocolares o ganar del presupuesto nacional; ha sucedido en Estados Unidos como en Bolivia. La verdad, nadie sabe exactamente quién gobierna el país del norte, como nadie quiere percatarse que, hasta hace muy poco, quien gobernaba desde el Palacio Quemado y desde poco antes de la "revolución nacional", era el embajador yanki; a quien rendían pleitesías lo mismo derechistas que izquierdistas, voluntaria o involuntariamente, con subvención o sin ella, con coima o sin coima; pero, al final, así se hizo la dependencia que dio al traste con todos aquellos elementos estratégicos que Bolivia había logrado construir para aspirar al crecimiento, es decir, autoabastecimiento, autofinanciamiento, mercado interno, tecnología básica, posesión real de sus recursos naturales y capacidad exportadora, mientras se instalaban cómodamente en las esferas del oficialismo los mecanismos de control político y de represión de los descontentos o los que denunciaban la verdad.
Los famosos "jefes de manzano" de la "revolución nacional" no eran tan famosos por tener en sus manos la entrega de la canasta básica a las familias sino por su papel de delación, de espionaje, de servidumbre al caudillo de turno y, por su intermedio, a la embajada. Nada de esto todavía se ha destapado complemente ni en Bolivia ni en otros países de la América Latina donde ha sucedido casi lo mismo, con distintos ribetes y colores porque, aparte de ser el espionaje una actividad clandestina, es condenada por el pueblo y la moral. ¿Por qué, entonces, nos viene el negro Obama con eso de espionaje transparente? ¿Es que ya las condiciones están dadas para hacer del gobierno del mal una necesidad? ¿Se ha perdido toda moral y vergüenza?
Vaya el diablo a saberlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario