Lo sucedido con el Presidente, ha servido para destapar, una vez más, que los gobernantes de las naciones del mundo, no tienen relaciones diplomáticas en igualdad sino simplemente coloniales. ¿Cuánto ha pasado desde la revolución francesa o la propia norteamericana? Pero todo sigue igual; aunque habría que aclarar que nos referimos a los gobiernos o gobernantes y no a los pueblos. Porque por muchas excusas que se presente o se diga, lo cierto es que los obstáculos que se pusieron a la nave boliviana no tienen otro origen que las órdenes del patrón y que, a su vez, destapa y confirma lo que dijera en cierta oportunidad Clinton: en el gobierno hay otro gobierno que yo no controlo. ¿Cuál es? El de las armas, de los organismos de "inteligencia", del espionaje que, curiosamente, días antes había provocado protestas de algunos mandatarios ante el espionaje yanki.
Y si bien esos gobernantes sabrán qué hacen y por qué; lo que no podemos dejar de mencionar también es el alma de esclavos que algunos majaderos desnudaron en nuestro propio territorio al atribuir el abuso a las palabras o la boca de Morales que, contrariamente a lo que postula su vice, tiene libertad de pensamiento; el que lo haga, por ejemplo, una persona que se disfraza de campesino para engañar hasta a sus representados, no quiere decir más que: sumisión, vergüenza, falta de identidad.
Otra cosa que sale a la luz, es la discriminación. Un diario español se pregunta: ¿qué hubiera sucedido si en lugar de Morales, era Rajoy? En una muestra total y patente de discriminación, porque ¿quién ha dicho que el ibérico es mejor que el andino y lo ha demostrado? ¿Dónde hay una crisis peor?
A milenios de la existencia de la humanidad, seguimos en lo mismo, porque no sabemos apreciar lo que tenemos o tuvimos y usamos de la razón o el cientificismo únicamente como otros medios de explotación; lo que tampoco quiere decir que tales instrumentos tengan que ver con la sabiduría.
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