Muchas veces se revela el alma de esclavo de las personas, cuando adoptan posiciones que no están de acuerdo a la realidad; es lo que hacen, verbigracia, los de la ONG Milenio que critican que el gobierno actual no tenga financiamiento externo.
Independientemente de la miopía de la posición que puedan asumir organismos y personas no podemos cerrar los ojos a la realidad y pensar que aquí no ha pasado nada; cuando tenemos los fracasos repetidos de las economías latinoamericanas, por conquistar el crecimiento, y que se han echado por la borda por la manipulación de los oscuros intereses que manejan el mundo. Lo que ha ocurrido reiteradas veces con el Brasil y la Argentina es patético al respecto pues creyendo disputarse el "subimperio" no fueron más que pasto de los vaivenes de las transnacionales que ora soplaban de un lado, ora del otro con la ayuda y complicidad de izquierdas y derechas que traicionaban las necesidades y aspiraciones de nuestros pueblos.
La caricatura de hoy, de Página 12, es clara al respecto y vemos un personaje, informando a otro, decir: "Acusan a Strauss Kahn de proxeneta", a lo que responde: "¿Es por lo que hacía en las fiestas con las chicas o por lo que hacía en el FMI con el mundo?"
Y esta es la realidad, por mucho que queramos esconderla, ignorarla, pasar por encima. Porque cuando nuestros gobiernos abandonaron los pilares del desarrollo que, hasta principios de la década de los 50, eran imprescindibles, se vino la noche de la pendulación, de los gobiernos de facto y de urnas rellenas con la democracia de mercado; porque el objetivo final era impedir que nuestras naciones se potenciaran y, entonces, nos hicieron creer en la libertad de mercado, en la privatización de los recursos naturales, en el satanismo de la empresa pública, en la benevolencia de organismos títere que fungían como de ayuda o en la política de endeudamiento que, al final, nos dejaba con la denominada deuda eterna.
Es una lástima que esté resurgiendo el alma de esclavo entre personas y organismos que aparecen detrás de necesidades auténticas como el financiamiento o la autonomía, para sólo citar dos ejemplos. Que se vayan son la música a otra parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario