Estados Unidos ha mostrado, una vez más, que es una potencia en caída libre porque, a raíz de su problema con uno de sus propios conciudadanos, ha ordenado la prohibición de proveer de auxilio técnico a la aeronave del presidente boliviano. Pero, a la vez, ha hecho el ridículo puesto que sus organismos de "inteligencia" la han pelado, como se dice vulgarmente, porque el perseguido por la potencia decadente, no estaba dentro del avión que se había denunciado.
La cuestión nos da para reflexionar sobre ciertos asuntos. En primer lugar, la relación de los gobernantes europeos, respecto a la Casa Blanca, que parece seguir siendo de servilismo, pese a las denuncias que varios de sus gobernantes fueron y están siendo espiados por los ridículos organismos del Norte; en segundo, que la prepotencia es todavía más fuerte que la mostrada en las anteriores guerras porque se ejercita arbitrariamente; en tercer lugar, que nadie está a salvo de la barbaridad de gobiernos y organismos que se han adueñado del planeta y quieren manejarlo de acuerdo a sus instintos básicos, sin inteligencia, sin conciencia de ningún tipo, lo que nos lleva a la cuarta conclusión o punto de reflexión, que nos dice que por algo la crisis mundial parece no tener respuestas, especialmente de quienes se dicen inteligentes, racionales o representativos de la humanidad.
En lugar de llevarnos a protestas o solicitudes de expulsión o lo que fuera, debiera contagiarnos la risa que ha debido causar en gente inteligente e informada la situación y que no se sofistica con garrote más o menos, porque sabe que de la barbarie no se puede obtener más que palos.
Un otro ejemplo contundente de la decadencia imperial que si bien es preocupante, es también un signo que los vientos de cambio no tardan y que más pronto que tarde, darán resultados.
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