jueves, 18 de julio de 2013

METRÓPOLIS E IMPERIOS

Nos hemos casi acostumbrado a darle vueltas al significado de las palabras y, por tanto, dar piedra libre a la confusión.
Así, queremos que nuestras ciudades sean metrópolis o persigan serlo, sin tener en cuentas que la definición nos dice que es el Estado o ciudad, en relación a sus colonias y deriva de mitir-madre y polis-ciudad. También hablamos muchas veces del Imperio Inca sin tener en cuenta que no es tal sino más bien una aristocracia o, tal vez, una teocracia, lo que da lugar a varias interpretaciones sobre lo que en realidad significaba ese conglomerado de naciones que abarcaba gran parte de la América del Sur.
En estos días se les ha ocurrido a los paceños darle el título de metropolitano a una de sus obras; pero sin aclarar si el mismo es así respecto a La Paz o El Alto, porque ambas no pueden ser; pero también en nuestro valles se habla de metropolización de provincias, sin tener cuenta exacta lo que significa y, peor todavía, cuando vivimos el fracaso del modelo que, en los hechos, se ha dado en varias partes como en la Argentina (Buenos Aires y "el interior"), Chile (Santiago y el resto), Colombia o cualquier otro de nuestros vecinos cuyas capitales acapararon casi en su totalidad las inversiones y descuidaron las provincias, lo que nos está dando ese grave problema de ciudades hipertrofiadas y campo en abandono. Hace mucho tiempo que se propuso enmendar el error, como en el caso del Proyecto de Tucumán que, aparte de eliminar ese supuesto de "nativo de Buenos Aires y, por lo tanto, europeo apócrifo" proponía mirar mejor a las provincias que es, precisamente, por donde hace aguas actualmente esa nación; o, en Bolivia, reorientando esos fondos de inversión al "Oriente", casi en beneficio exclusivo de Santa Cruz, que tampoco significó un salto del país al crecimiento.
Pero no sólo eso sino que, como dice Terragno, "Civilización y barbarie han probado ser, también en esta parte del Mundo (Argentina) nociones que no se excluyen entre sí". Y lo que algunos proponen estaría orientado a repetir que la barbarie esté siempre presente en la civilización.

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