Aunque no siempre podemos estar de acuerdo con las versiones de algunos "historiadores", no hay duda que la última obra de Mariano Baptista sobre la muerte de Pando, deja muchas cosas para la reflexión y arroja luz sobre episodios que, en nuestro acontecer, han dejado tremendas dudas. Lo sabroso es que Baptista dice, con respecto a la muerte de Pando y la familia acusada del crimen, los Jáuregui, que todo se debió a lo que actualmente se llama "manipulación mediática".
Y no es que descubra la pólvora; no, lo que pasa es que tenemos muchos ejemplos para corroborar la cuestión, tanto interna como en el ámbito internacional y sólo para citar algunos veamos la cuestión de cómo EEUU involucró a un joven militar boliviano en una siniestra conspiración que lo hizo aparecer como fascista e involucrado en maquinaciones internacionales y que le permitieron a ese país ingresar impunemente en la denominada segunda guerra mundial junto a, quien lo creyera, la tiranía comunista de la URSS a quien proveyera de toda clase de equipos, no para que se defendiera o atacara sino simplemente por hacer negocios, como después se demostraría.
En lo interno hay mucha más tela que cortar, desde la muerte de Pando hasta de la Marcelo Quiroga Santa Cruz, hay todo un abanico de personalidades, entre ellas, Unzaga de la Vega que, supuestamente, se suicidó de dos disparos con diferentes revólveres o Barrientos sobre cuya muerte se han escrito diversas interpretaciones o los hermanos Tejada que nos dejaron, uno, dizque accidentalmente y, el otro, de un disparo desconocido en la cabeza y que nadie se preocupó de investigar de dónde venía si de las fuerzas represivas o de sus propios comanifestantes, en procura del "muertito" y hay una larga lista.
El mismo caso de Assange es susceptible de no ser más que manipulación mediática para encubrir siniestras intromisiones en otros países que hace tiempo no sólo se sospecha sino que se ha confirmado; curiosamente, se lo acusa de delitos sexuales, los mismos que varias veces en la historia han servido para tender trampas y defenestrar a quienes incomodaban con su presencia o para chantagearlos y obligarles a servir los intereses que no deseaban; desde Mata Hari hasta episodios de homosexualidad son abundantes en la diplomacia como en los organismos de inteligencia, sabotaje o de espías.
Volviendo al tema de Pando; habría no sólo que proceder a la revisión y condena de la historia que hizo creer en lo que no era sino a la reivindicación de las familias cuyos derechos fueron no únicamente vulnerados sino difamados; aunque también habría que hacer lo mismo con casi toda esa narración supuestamente histórica que no sólo se nos hizo creer sino que comprometió seriamente la existencia de la nación en situaciones bélicas como el Pacífico, el Chaco y otras e, incluso, la actual amenaza de una nueva invasión chilena por encargo.
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