miércoles, 29 de agosto de 2012

DOCENCIA CON DECENCIA

Para quienes hemos vivido, y sufrido, la vida en los predios universitarios, es difícil hacer una selección de los catedráticos que nos han tocado y elegir entre ellos los buenos. En el caso personal, por ejemplo, de las decenas de ellos apenas si podría mencionar a tres que merecían estar en las aulas; los demás, estaban por favoritismo, sectarismo o nepotismo pero no por capacidad, de ahí que podría decirse que hacían docencia sin decencia pues no sólo que tenían deficiencias en el conocimiento sino también en la didáctica o, lo que es peor, sus prejuicios los llevaban a actitudes racistas, partidistas y sectarias; como cuando casi era una afrenta no ser marxista y, más todavía, aparecer como contrario a la dictadura estalinista que se apropió de la burocracia y la docencia.
Las cosas no han cambiado en la actualidad y todavía la cátedra se reparte como los beneficios que otorga la politiquería; pero no en función de hacer ciencia y crear conciencia, que sería lo óptimo.
Como en varias partes del mundo, en Bolivia, han fracasado muchas reformas o intentos de cambio porque los tradicionales usufructuarios de su presupuesto se han dado modos para aparecer siempre en las crestas de las olas, merced a una serie de ardides; de ahí que no únicamente no ha habido verdaderamente un cambio que acabe con el dogmatismo, el enciclopedismo, el memorismo y el sectarismo de antes de la Revolución de Córdoba, sino que la departamentalización, la semestralización y el creditaje, también han tenido la misma suerte y no hay, pedagógica o científicamente hablando, un esbozo siquiera de un conjunto de reformas que salven la universidad de las taras que arrastra secularmente.
Por eso es que, ahora que una vez más, los beneficiarios de los presupuestos públicos exigen que se les aumenta la mamadera, surge oportunamente la observación del caricaturista de "Pipocas" que pide que el lema sea hacer docencia con decencia y, entonces sí, cualquier solicitud de más dinero sería justificada. Y también lo creemos, porque es ya hora que la cátedra vuelva a ser no sólo una fuente de conocimiento especializado sino también de orientación y compromiso social efectivo y sincero.
Y para corroborar esta crisis en la U, mañana les traeremos unos "chistecitos" a propósito del descubrimiento de un cargamento de probable uranio en la ciudad misma de La Paz y cómo fue manejada la noticia entre nuestros "periodistas".

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