martes, 28 de agosto de 2012

LA MAMÁ DEL CORDERO

El problema que se ha creado a raíz de la distorsión de las declaraciones del Presidente en Tiwanaku y que está dando paso a la apertura de un proceso penal en contra de tres medios de comunicación, podría resolverse con algo de inteligencia si los acusados asumieran la realidad.
Porque, aparte de la posible mala intención, hay una deficiencia notoria entre quienes fungen de periodistas en el manejo del idioma y que se nota cada día, sin que directores, responsables del control de calidad u otros funcionarios hagan lo suyo para evitar esta falencia que, como en cualquier otra ocupación o profesión, es inaceptable porque es como si un carpintero no supiese manejar el serrucho.
Pero los propietarios de los medios han decidido enguerrilarse en sus posiciones y no sólo que defienden la mentira como verdad sino que hacen ridículas especulaciones sobre el propio idioma, que uno ya no sabe si echarse a reír o llorar con tanta majadería. Además, si hubiese un poquito de hidalguía la rectificación podía ser el camino de otra solución.
Quienes se desgarran las vestiduras por el "atentado contra la libre expresión" le hacen un flaco favor a la labor periodística que, incluso, ha quedado descubierta en sus deficiencias y manipulaciones en dos programas televisivos que, por emitirse directamente, no han podido ser censurados o manipulados y donde la gente no sólo habla de la falta de respeto hacia el espectador sino también de la mediocre formación de los más de los profesionales que se dedican a la comunicación. Es que algunas cosas son ya como querer tapar el sol, con un dedo.
Ahora que la añoranza del marxismo es la moda, podríamos decir que ese personaje afirmaba: "sé más severo en tu crítica con tu propio camarada de lucha que con tu enemigo" y aunque no fue tampoco una novedad, habría que aplicar el consejo porque, las más de las veces, la solidaridad se confunde también con complicidad.
Es que hay muchas cosas que hay que cambiar y el cinismo o la indiferencia no son los mejores caminos para evitar las urgencias de la mudanza. Es como si ante la actual solicitud de nuestras universidades públicas, tendrían que demostrar, primero, que se hace docencia con decencia, como expresa un caricaturista de un diario local y que mañana comentaremos al respecto.

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