25.000 Y DOS MILLONES

Es increíble cómo se pueden manipular las noticias. Según informaciones procedentes de Santa Cruz, cuando se anunció el resultado final de los juegos científicos nacionales, entre estudiantes de secundaria, las autoridades estaban no sólo molestas sino confundidas porque decían cómo era posible que ese departamento con alrededor de dos millones de habitantes, no ganara ningún premio; mientras Oruro con sólo 400.000 se había hecho con el segundo lugar. Ahora resulta que su concentración "cívica", que esperaba reunir por lo menos 100.000 personas y se redujo a menos de 25.000, se declara competente para una serie de asuntos que, en verdad, no se puede afirmar que hayan sido tratados y votados sino impuestos por la aclamación de unos cuantos. Incluso, si hubiesen llenado el estadio en toda su capacidad, no pueden arrogarse funciones y competencias que legalmente no les han sido concedidas.
Aparte de la cínica distorsión que se hace de los números, lo peor es lo que se produce dentro de la democracia. Porque si no están de acuerdo con algunos instrumentos jurídicos que penalizan la corrupción, tienen los caminos expeditos a través de los mecanismos legislativos establecidos, como para amagar con "manifestaciones espontáneas" de la época del movicomunismo que se atrincheró en Palacio Quemado, desde 1952 a 1964, por el sistema de dependencia-corrupción-impunidad que se había establecido desde la embajada norteamericana. ¿O piensan que el voto es mecanismo de impunidad contra la ley? Porque los hechos denunciados ante los estrados judiciales no se pueden disminuir por ninguna presión y porque, fundamentalmente, su Gobernador los ha admitido y, es más, ha amenazado con volver a hacerlo.
Lo que está pasando en Santa Cruz es algo digno de más estudio y reflexión porque, a estas alturas, ya no se puede ignorar que sí hubo un movimiento separatista encabezado por algunas de sus "personalidades" y promovido por intereses solapados de las logias y otros organismos que funcionan bajo la instrumentación internacional y Costas lo está pagando porque el decrecimiento de su aceptación pública ha bajado y sigue bajando,porque el cruceño en general no es tonto ni está de acuerdo con los sectarismos y privilegios que, al final de cuentas, se esconden detrás de los supuestos regionalismos, autonomías o lo que fuere. Hay pues una sorda lucha que no se limita a la manipulación de las estadísticas y los números sino a las formas de explotación y de concepción del planeta y la vida.
Bueno fuera que se descubran, para así debatir realmente los problemas y sus trasfondos sin distorsionar nada.