Curiosa y paradógicamente, las organizaciones no gubernamentales y a nombre de los derechos, de los individuos y de los pueblos, han secuestrado nuestra soberanía y la mantienen como rehén de sus propios objetivos que van desde el cumplimiento de los objetivos del "achicamiento del Estado" propuesto por el neoliberalismo, hasta el simple disfrute de un salario sin mucho esfuerzo.
Los ejemplos son muchos y variados pero el más patético podemos verlo en la supuesta defensa del TIPNIS y que no sólo se orienta por las directrices o el financiamiento de las ONGs sino que la intervención de estas es tan evidente que la violencia desatada en la ciudad sede del gobierno es suficiente prueba de tal secuestro e intromisión.
Pero, so capa de ambientalismo, ecología o tecnocracia, estas organizaciones se han dado a la tarea de desconocer nuestros derechos, nuestra soberanía, nuestra identidad y nos hacen presas de manipulación y hasta chantage porque lo que no se canaliza a través de ellos, se puede calificar como inoportuno o lo que fuere que, de tal modo, las miradas están en ellos que hasta los más avisados caen en sus redes y no cuestionan su accionar. Por eso es que nadie les pregunta, por ejemplo, dónde trabajan, cuánto ganan, qué hacen porque se ha convertido en una suerte de axioma aquello de: si no sabes qué hacer, llama a un seminario; que es la conducta que, hace un tiempo, era acaparada por los brazos del neoliberalismo y se diluía en especulaciones o simples almuerzos que se excusaban financieramente en el exterior como las grandes tareas.
Desde la defensa de los pervertidos sexuales, hasta las especulaciones en torno al clima, la deforestación o la capa de ozono, ya nada deja de pasar por las ONGs y, de un tiempo a esta parte, han extendido su papel a la sustitución de la corrupta "clase política" porque han ampliado su accionar a la "orientación ciudadana" que se traduce en situaciones de franca intromisión o secuestro de la soberanía, tal y como se pudo comprobar cuando uno de estos sujetos ligados a los secuestradores no tenía empacho en informar públicamente: "nosotros les hemos dicho", "nosotros les hemos redactado los documentos", "nosotros les hemos dado sus puntos de negociación", respecto al conflicto creado por la impostura y ese secuestro precisamente, en torno al TIPNIS que no es más que la muestra y la comprobación de cuánto daño se puede hacer a la democracia, a los derechos,a la institucionalidad, con este tipo de secuestros y negocios que no hacen otra cosa que entregarnos atados de pies y de manos al materialismo que gobierna el mundo con avaricia y todos los males del planeta.
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