La máxima dirigente de la IX marcha del TIPNIS acusada, entre otras cosas, de narcotraficante con condena cumplida en el Brasil; ha declarado en su despedida de la ciudad de La Paz y por un canal de televisión que: "el gobierno ha salido con su gusto de que no corra sangre" y que no sólo nos deja turulatos sino sin saber cómo interpretar esas palabras. ¿De acuerdo a la interpretación de los lapsus y actos fallidos que hace Freud", ¿como una revelación desesperada? o ¿como algo que se deja para la interpretación general? ¿Quién está detrás de estos planes siniestros de buscar sangre? ¿Las ONGs, los autodenominados opositores o fuerzas externas?
Aunque ya nada sorprende en estos tiempos del no tiempo maya; también hay que recordar que los comerciantes de ropa usada, que se vende en nuestras ciudades por toneladas, han anunciado su solicitud para que el Gobierno abrogue el decreto que prohibe la importación y comercialización de esos productos y advierten que si no lo hace "va a correr sangre". Pero no todo queda ahí; el Gobernador de Santa Cruz, a quien se sigue varios procesos judiciales por su actividad como autoridad departamental advierte también que si el accionar de la justicia continúa, él no va a huir como lo han hecho otros sino que el régimen va a "despertar el león", ¿a quién se comerá la fiera?
Al parecer, de las medidas de presión que se ejercitan con motivo o sin él, se pretende pasar a ríos de sangre que se provocarían por la reacción gubernamental. Tal y como en el pasado se buscaba "el muertito" en las manifestaciones para cargarla sobre el régimen y que nos privó de tantos personajes que tuvieron muertes inexplicables como la de los hermanos Tejada, uno de los cuales apareció con una bala que le atravesó el cráneo de atrás adelante cuando las fuerza represivas estaban al frente o, su hermano, muerto al tratar de salvar una cerca de no más un metro de altura donde habría caído provocándose un TEC o traumatismo encéfalo craneano fatal o, más increíble todavía el "suicidio" de Unzaga de la Vega con dos disparos en la cabeza y en circunstancias que, hasta ahora, no han podido ser aclaradas.
Si algunas manifestaciones de protesta, en realidad, no tienen asidero o no se excusan siquiera de acuerdo a la razón y el sentido común, ¿qué decir de la búsqueda de ríos de sangre que se percibe entre los que "espontáneamente" salen a las calles para contrastar su violencia con la pasividad de la población? Si no está la estulticia por detrás, tienen que haber otros actores, otras intenciones porque aún suponiendo el período del tiempo del no tiempo, es difícil aceptar que se busquen víctimas para conseguir apetitos personales o sectarios como nos dan a entender los actores indicados líneas arriba.
Pero las interrogantes siguen surgiendo, ¿había realmente intenciones golpistas en la marcha por el supuesto TIPNIS, como parecen revelar las palabras de su máxima dirigente? ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en este enmarañado ambiente? ¿Son parte de la conspiración y el golpismo? ¿No quieren darse por enterados de la realidad? ¿Qué hacer ante la amenaza de desatar ríos de sangre? ¿Por qué siempre buscar nuestras soluciones por medio del derramamiento de sangre? Venga el diablo y explique.
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