sábado, 28 de julio de 2012

¿LEGISLATIVO O JUDICIAL?

Las cosas andan tan mal en el mundo que ya no hay por qué extrañar que los miembros del órgano legislativo del gobierno autónomo de Santa Cruz, confundan sus funciones y, para evitar la defenestración de su Gobernador, quieran usurpar funciones del Poder y Órgano Judicial.
Y, como si fuera poco, el propio Costas ha manifestado reiteradas veces que sí malversó fondos de su administración y que lo volvería a hacer y, como casi todos saben, existe un principio jurídico que reza: "a confesión de culpa, relevo de prueba".
No hay pues donde perderse, por mucho que las circunstancias y acontecimientos que se dieron so pretexto de autonomía todavía no están claros aunque se adivinan ciertos pormenores. En realidad, mientras unos mordían el anzuelo de la descentralización administrativa, otros lo que pretendían cínicamente era el separatismo, es decir, dividir Bolivia en dos fracciones irreconciliables y para lo que contaban, de acuerdo a algunas fuentes, con el compromiso norteamericano de procurar la intervención de la ONU, como una forma de consolidar la caída del gobierno de Morales.
Al parecer, y por el momento sólo al parecer, Costas no sólo que adivinó esas intenciones de las logias serviles de Santa Cruz sino que se habría opuesto a las mismas; lo que le ha valido el retiro del apoyo económico y político de tales agrupaciones que se están haciendo sentir, por la manipulación de los medios y otras influencias casi insospechadas.
Hechas estas hipótesis, muy cerca de la realidad de lo que se movió en aquellos tiempos y que se adivinaba por los altos montos financieros que se manejaron, es pues curiosa la figura que se arroga el "legislativo" cruceño que pasa a su comisión de constitución, el análisis de un fallo ya establecido por los jueces de otro poder que no puede ser ni desconocido ni subalternizado; a menos, claro, que se ponga en ejecución el borrador del estatuto autonómico que, en su momento, se pretendió aprobar y es causa del litigio y que es claramente separatista no únicamente porque se inspira en el similar catalán sino porque no acepta subordinación de las instituciones cruceñas a otras, en una curiosa concepción de lo que significa la descentralización administrativa.
Este anecdotario, pues más se parece a eso, seguirá seguramente con las "chicanerías" habituales de la politiquería; pero lo que ya no puede esconder es que vivimos un proceso, hace apenas unos años atrás, de franco separatismo, engañando a la "nación camba", que no sabemos de qué ficción sacaron, y que, hasta el momento, los intentos de dividir Bolivia no se han acabado, así como la labor siniestra de las logias que, tradicionalmente, sólo han perjudicado el interés nacional y latinoamericano en su conjunto.Lo que no deja sino como una curiosidad, las funciones de los"legislativos" del oficialismo de Santa Cruz, que no comprenden ni sus funciones ni la dimensión de su ignorancia.

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