Muchas noticias del diario vivir pueden catalogarse como chistosas; es lo que pasa con las que dicen que la consulta en el TIPNIS empezó con "falta de información", claro, a juzgar de los informantes y desinformantes porque está claro que los habitantes del sector saben qué se les van a preguntar y por qué van discutir en sus asambleas la propuesta del gobierno y, ojalá, puedan contestar de acuerdo a su percepción, sus intereses y aspiraciones, sin la intromisión cínica o ridícula de personas u ONGs que se empeñan por distorsionar las cosas y secuestrar la soberanía de los pueblos nativos de nuestro territorio.
Y es que en el mundo liberal se ha profesionalizado todo; por eso es que algunos han hecho una profesión vitanda de los derechos, la ecología, el ambiente, la paz o la democracia y no es que conciencialmente crean en ellos sino que viven de ellos, que es muy diferente, porque les va el salario en su demagogia e hipocresía.
Porque, de acuerdo a los entendidos en soberanía, democracia y política lo primero que hay que respetar es el derecho ajeno, su opinión y su decisión. Pero no, ahora se trata de hacer negocio de todo y por eso es que no sólo tenemos "representantes" que, al final, actúan de acuerdo a sus conveniencias o las de sus partidos sino también esas ominosas creaciones conocidas como organismos no gubernamentales, que son el instrumento de la receta liberal de "achicar el Estado".
En este ambiente está claro que no sólo habría que preocuparse por la falta de información, algo que se da crónicamente en los medios actuales sino, principalmente, en la desinformación, que es de lo que adolece lo se que ha venido haciendo público en torno al TIPNIS, donde, desde principios de la década de los ochenta del anterior siglo, era más que evidente que había contrabando y tráfico de madera, deforestación, tráfico de animales salvajes, alquiler o venta de espacios públicos y comercialización de áreas de "turismo" y narcotráfico.
El tal santuario o reserva no es pues tal y hasta se puede percibir en la vestimenta totalmente adoptada o adaptada de los lugareños que han dejado sus costumbres de andar medio desnudos, lo que no es una crítica sino una observación que no puede pasar desapercibida. Por lo demás, el negocio con los nativos o áreas inexploradas de nuestro territorio, empezó con la "revolución nacional" que adjudicó extensas áreas para el dominio de organizaciones supuestamente cristianas y las que nunca han ofrecido un informe circunstanciado de lo que han hecho o dejado de hacer en tales concesiones-
Por eso es mejor tomar como un chiste lo de falta de información porque si comparamos esa supuesta falta de información, con la desinformación abundante e incontrolada, tendríamos que ponernos a llorar.
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