Así como existen grandes mentiras en el ámbito internacional, así también las tenemos en lo interno. Y una de ellas es eso de la "revolución nacional" que no sólo que fue un fraude y frustración sino también la peor forma de imponer a los bolivianos la dependencia colonial de la actualidad. Porque bastaría el sólo hecho de preguntarse: ¿cómo es posible que un partido movi-comunista, reciba el apoyo político y financiero de los EEUU?, para demostrar toda la farsa.
Para quienes todavía creen en mentiras habría también que preguntarles ¿cómo es posible que de un país con soberanía alimentaria, con mercado de exportación, con mercado interno, con autofinanciamiento y con tecnología básica propia, hayamos caído en la peor dependencia financiera, tecnológica y hasta alimenticia?
Porque lo que nos trajo la "revolución nacional" y su "libertador económico" fue eso y a tal punto que basta revisar los diarios de la época del doble sexenio para ver cómo el propio "líder" de la revolución, les decía a los mineros que vayan a pedirle aumento de salarios al Embajador, porque era él quien gobernaba y los miembros de la "gloriosa central obrera" tuvieron que recular con el rabo entre las piernas, después de haber protagonizado la primera manifestación masiva en contra del régimen "revolucionario".
Si en el mundo la historia miente en el nuestro también los historiadores lo hacen y son pocos los que todavía se animan a esclarecer muchos de los episodios que condicionaron que Bolivia se haya convertido y siga siendo un país del tercer mundo, cuando antes del 52, tenía todas las condiciones para ser una potencia junto a la Argentina, el Brasil o México.
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