sábado, 12 de noviembre de 2011

LA VERDAD

Con cuanta razón dijo Pilatos aquello de: ¿Qué es la verdad? Cuando iba a entregar a Jesús y su juicio que lo llevó a la crucifixión; porque con todo lo que la ciencia se precia de haber alcanzado, con muchos filósofos que han ahondado sobre el saber y con todo ese arsenal que, supuestamente, tenemos para la comunicación, la verdad sigue esquiva y nadie puede jactarse de poseerla.
Ahí está la mentira que se hizo caminata y logró desviar la atención de muchísima gente hacia temas más importantes como, por ejemplo, la ausencia de una oposición seria y responsable para hacer frente al oficialismo que no siempre muestra coherencia, y que, como toda mentira, tiene las patas cortas y salió nomas la revelación sobre negocios y negociados de los "indígenas" con maderas, ríos y especies animales. Lo que pasa es que no tenemos medios de comunicación libres, independientes, comprometidos con el bien común y la verdad y nos dejamos sofisticar por cualquier improvisado que responde más al salario que a la vocación, a la manipulación que la verdad, a la mentira que la información veraz. Ni qué decir de quienes se disputaron las fotos, las tomas de la pantalla chica o las páginas de los diarios; siguen ahí, todo sinvergüenzas, sin abrir la boca cuando no les conviene ni decir qué papel jugaron en el engaño; si la de tontos útiles o de títeres miserables.
Y así podemos ir descubriendo sartas de mentiras que ocultan la verdad; desde la politiquería internacional que esconde el materialismo, hasta nuestra calidad de simples productores de materia prima por una variedad de circunstancias, entre las que hay que considerar el alma de esclavo que algunos tienen para que otros sigan haciéndose ricos con lo nuestro; tanto con maderas de "bosques vírgenes" como de "barrillas" que no valen lo que pagan porque se lleven otros minerales que no se declaran en las aduanas y los embarques.
Con justa razón hay que preguntarse: ¿Qué es democracia? ¿Qué son los partidos? ¿Existen líderes en el país? ¿No será que, pese a la propaganda, no hemos avanzado y tendemos a repetir errores porque seguimos en la soez politiquería de hace décadas? ¿Necesitamos de tiranos? ¿Hay algunos que quisieran tenerlos? ¿Hacia dónde apuntan los que salen en los noticieros como inteligentes? ¿Qué C.I. tienen? Y las preguntas pueden llegar al infinito sin que, tal vez, la verdad asome porque, como Campoamor decía, "en este mundo traidor/ nada es verdad ni es mentira/ todo es según el color/ del cristal con que se mira"

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