Hace ya bastante tiempo que se ha producido una serie de cambios en los índices económicos y, en lugar de la producción, por ejemplo, nos muestran una distorsión de la inflación que se hace aparecer como simples parámetros de los precios al consumidor, con lo que surgen nuevas "perspectivas" en la adoración del mercado.
Y hay que referir que precisamente en eso caímos: la adoración al dinero; porque, aparte del comportamiento de las bolsas que se anuncia diariamente por los medios de comunicación, hay una preocupación casi generalizada de la gente porque las bolsas no caigan o que generen más ganancias sin saber ni por qué ni para qué y cayendo, más bien, en el culto al materialismo, para beneficio de otros.
Otro de esos índices que actualmente se manejan para dar a conocer el estado de la economía es el de la compra de inmuebles o el registro de motorizados; una disminución genera preocupación por todas partes; aunque nunca se dice que, por ejemplo, hay varios millones de viviendas sin vender porque se ha disminuido la capacidad de compra y se ha aumentado la especulación en el crédito que, por lo demás, es la raíz de la actual crisis mundial; tampoco se dice nada sobre la mayor contaminación que supone el aumento del parque automotor, en plena moda de los ambientalistas y ecologistas.
También en los países "subdesarrollados" se genera esta nueva especie de culto y se está sembrando la crisis bancaria con muchos inmuebles, condominios o palacetes, que surgen de la noche a la mañana y que nadie sabe si podrán cancelar los créditos que implican; a menos claro, que sea lavado de dinero, que es una faceta de la que tampoco se habla mundialmente pero a la que muchos gobiernos recurren en tiempos de prosperidad y de vacas flacas.
En resumen: creer en los índices económicos, es creer no sólo en el materialismo en boga sino también en la mentira porque descubren unas cosas y, las más de las veces, encubren lo que no conviene que sepa la población mundial que, preocupada por el hambre o el hacinamiento, todavía debe rendirles culto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario