Como era de esperar algunos reaccionaron desgarrándose las vestiduras y echándose ceniza en el rostro, ante las declaraciones de Morales que no hizo más que transmitir, y así lo dijo, lo que el pueblo piensa desde hace tiempo: que las universidades fiscales están en crisis.
Crisis que se puede percibir hasta en la ausencia de una oposición política al "empirismo" gobernante, porque la U ha dejado de ser el laboratorio de ideas, para convertirse en fundo partidista; la Casa Superior está llena de títulos vanos pero ya no de ciencia y tecnología sino muy excepcionalmente. El debate se ha sustituido por la violencia y la cantina, la trascendencia de ideas por el tronar de parlantes que, lógicamente, deprimen los cerebros de docentes y estudiantes.
Por mucho que duela y precisamente por eso, no se puede reaccionar de la manera en que se lo está haciendo y en lugar de apostrofar a nadie, sería mejor proceder a eso que hace tiempo falta en la universidad: Una revolución académica y política que le devuelva su identidad con el pueblo, su compromiso con la patria y su calidad de laboratorio de ideas, principios, hipótesis y teorías. Lo demás es pura majadería y, curiosamente, izquierdista en mentalidades derechistas.
Que la universidad fiscal esté en crisis tampoco significa que las privadas estén en lo mejor, que hay excepciones, claro; pero también hay que ver si no sólo es el dinero lo que persiguen algunas y exigir que el compromiso para con la sociedad, sea el mismo que se les exige a las públicas porque ambas son del Estado, bien y correctamente definido.
Reflexiones y noticias desde un ángulo absolutamente personal y que no compromete a nadie sino a mí mismo. Puede ser ampliado con fotografías sobre la actualidad; no siempre esas "importantes" sino de la vida cotidiana.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
martes, 29 de noviembre de 2011
DIÁLOGO Y DEBATE
Mucho se habla en el mundo del diálogo y el debate; pero los hechos nos muestran que no sabemos de ambas cosas más que el discurso. Porque, por ejemplo, en Bolivia cada uno dice "su verdad", "echa su spich", como se suele decir, y luego se va porque no le interesa confrontar sus ideas ni las del otro. Por lo demás, nos hemos acostumbrado a hacer lo contrario de lo que decimos y si no que lo nieguen las llamadas potencias que siempre han tenido y mantenido esta conducta.
Desde las reuniones de barrio, de club, de sindicato o lo que fuere si alguien pide la palabra y afirma: el mundo es cuadrado, sin presentar argumentos suficientes, nadie puede desdecirlo porque tampoco tiene argumentos o porque al autor de la afirmación ya se ha ido; de este modo, el mundo anda como anda y lo mismo se siente en el recetismo fondomonetarista que el bloqueo en Yapacaní; ninguno responde a la razón ni tiene cómo sostenerse legal y moralmente.
Lo peor es que esta ineptitud para el diálogo y el debate, porque no sabemos ni queremos escuchar, nos está llevando a situaciones donde el perjuicio no es para el individuo o un grupo pequeño sino para el Estado, es decir, para todos quienes lo conformamos; lo mismo se trate de "capitalizar" que de oponerse a cierto alcalde o reclamar privilegios. Y ahí están los ejemplos, abundantemente, en el neoliberalismo, en el sectarismo de los explotadores del transporte, en el libertinaje de los sin techo o sin nada y, principalmente, en la ausencia de una oposición que pueda enfrentarse al oficialismo y que no es más que la muestra, precisamente, de esta falta de diálogo y debate porque nuestra politiquería se basa en que cada uno es "propetario" de la verdad y eso es indiscutible.
Sólo cuando nos animemos a dialogar, a debatir, podremos transitar el camino de las soluciones que tanta falta hacen a la patria y a la democracia de que tanto hablamos pero no practicamos.
Desde las reuniones de barrio, de club, de sindicato o lo que fuere si alguien pide la palabra y afirma: el mundo es cuadrado, sin presentar argumentos suficientes, nadie puede desdecirlo porque tampoco tiene argumentos o porque al autor de la afirmación ya se ha ido; de este modo, el mundo anda como anda y lo mismo se siente en el recetismo fondomonetarista que el bloqueo en Yapacaní; ninguno responde a la razón ni tiene cómo sostenerse legal y moralmente.
Lo peor es que esta ineptitud para el diálogo y el debate, porque no sabemos ni queremos escuchar, nos está llevando a situaciones donde el perjuicio no es para el individuo o un grupo pequeño sino para el Estado, es decir, para todos quienes lo conformamos; lo mismo se trate de "capitalizar" que de oponerse a cierto alcalde o reclamar privilegios. Y ahí están los ejemplos, abundantemente, en el neoliberalismo, en el sectarismo de los explotadores del transporte, en el libertinaje de los sin techo o sin nada y, principalmente, en la ausencia de una oposición que pueda enfrentarse al oficialismo y que no es más que la muestra, precisamente, de esta falta de diálogo y debate porque nuestra politiquería se basa en que cada uno es "propetario" de la verdad y eso es indiscutible.
Sólo cuando nos animemos a dialogar, a debatir, podremos transitar el camino de las soluciones que tanta falta hacen a la patria y a la democracia de que tanto hablamos pero no practicamos.
lunes, 28 de noviembre de 2011
FELIPILLOS Y MALINCHES
Un escritor y ex candidato a la presidencia de su país, dice, todo orondo y lirondo, que: "el narcotráfico es un fenómeno continental" y aunque puede uno no estar de acuerdo por una serie de elementos; no es menos cierto que puede responder también a ese espíritu de "Felipillo" o Malinche que tienen algunos latinoamericanos que prefieren lo extranjero a lo nacional, lo foráneo a lo autóctono y que siempre están prestos para denostar contra los habitantes de la América Latina, a quienes, siguiendo el prejuicio y la envidia hispánica, creen inferior y hasta bárbaro.
Porque un ligero análisis sobre el narcotráfico, sus raíces, sus beneficios y miles de tentáculos, no puede ser otro que se funda en la avaricia y el materialismo y que sus principales "arquitectos" no están ni responden a intereses ni siquiera continentales sino que residen y manejan todo desde Europa entre boato, besamanos y uso de costumbres cortesanas. El mismo hecho de que los paraísos fiscales, que es donde es más fácil lavar el dinero, respondan a intereses extracontinentales, es una comprobación de este hecho.
No nos autoinjuriemos pues y, por el contrario, reconozcamos que hasta en eso somos dependientes, colonos, explotados, subdesarrollados, por mucho que se nos tilde de todo lo que quieran los organismos internacionales destinados a controlar (etimológicamente: dirigir) las drogas del mundo de acuerdo a estrategias que no siempre coinciden con las aspiraciones y deseos de la humanidad.
Para más fuerza en el argumento, baste decir que si se quisiese realmente acabar con el negocio no habría más que eliminar el secreto bancario, es suficiente y, a la vez, muy revelador.
De otro lado, ¿hacen más daño las drogas o los felipillos?
Porque un ligero análisis sobre el narcotráfico, sus raíces, sus beneficios y miles de tentáculos, no puede ser otro que se funda en la avaricia y el materialismo y que sus principales "arquitectos" no están ni responden a intereses ni siquiera continentales sino que residen y manejan todo desde Europa entre boato, besamanos y uso de costumbres cortesanas. El mismo hecho de que los paraísos fiscales, que es donde es más fácil lavar el dinero, respondan a intereses extracontinentales, es una comprobación de este hecho.
No nos autoinjuriemos pues y, por el contrario, reconozcamos que hasta en eso somos dependientes, colonos, explotados, subdesarrollados, por mucho que se nos tilde de todo lo que quieran los organismos internacionales destinados a controlar (etimológicamente: dirigir) las drogas del mundo de acuerdo a estrategias que no siempre coinciden con las aspiraciones y deseos de la humanidad.
Para más fuerza en el argumento, baste decir que si se quisiese realmente acabar con el negocio no habría más que eliminar el secreto bancario, es suficiente y, a la vez, muy revelador.
De otro lado, ¿hacen más daño las drogas o los felipillos?
domingo, 27 de noviembre de 2011
"RAZÓN DE ESTADO"
Eso de cumplir "órdenes superiores", actuar en "razón de Estado" o "por mandato de la revolución", no es más que muletilla con que muchos han excusado sus abusos, excentricidades y delitos. Ahí está, por ejemplo, el llamado "doble sexenio" donde la "revolución" lo justificaba todo; desde el asesinato hasta la sañuda persecución, pasando por la tortura, el exilio, la cárcel, los campos de concentración, las violaciones, los robos y los hurtos; lo mismo pasó cuando se nos advirtió que había que andar con el testamento bajo el brazo y la historia puede ser también un rosario de indisciplinas, subversiones y faltas que, militares o civiles, han esgrimido para tratar de excusar lo injustifcable. Por lo demás, no hay que olvidar que la dependencia que se instaló en Bolivia so pretexto de "revolución nacional", dio pie, precisamente, a una serie de arbitrariedades para golpes, conspiraciones y cuartelazos que impidieron la institucionalización y el fortalecimiento del Estado que, más de una vez, ha servido también para hacer lo contrario.
La realidad, infelizmente, todavía no ha cambiado y en respeto a la presunción de inocencia, a nuestra historia real y a muchos otros factores, habría que creer en la supuesta ruptura de mando que arguye cierto ex ministro porque la cotidianeidad de la república así nos obliga y podríamos citar infinidad de ejemplos que se han dado en nuestra historia para asaltar el Palacio Quemado por las armas o por las urnas; instrumentos que nunca han estado en manos del pueblo y sí más bien entre sus enemigos.
La historia no puede ser nunca una simple cronología de hechos, tiene que tener su propia interpretación y comprobación para servir de ejemplo y no repetir las experiencias que tantas veces nos han hecho reproducir.
La realidad, infelizmente, todavía no ha cambiado y en respeto a la presunción de inocencia, a nuestra historia real y a muchos otros factores, habría que creer en la supuesta ruptura de mando que arguye cierto ex ministro porque la cotidianeidad de la república así nos obliga y podríamos citar infinidad de ejemplos que se han dado en nuestra historia para asaltar el Palacio Quemado por las armas o por las urnas; instrumentos que nunca han estado en manos del pueblo y sí más bien entre sus enemigos.
La historia no puede ser nunca una simple cronología de hechos, tiene que tener su propia interpretación y comprobación para servir de ejemplo y no repetir las experiencias que tantas veces nos han hecho reproducir.
sábado, 26 de noviembre de 2011
¿VERDAD O MENTIRA?
Nunca como ahora se puede dar más crédito al calendario maya que habla del fin de una época, de una forma de vida, de un mundo, y anuncia el inicio de otra donde el miedo va a ser sustituido por la evolución espiritual. Y decimos esto porque ya no es posible determinar límites entre la mentira y la verdad; ya se trate de las políticas de organismos mundiales, de los países que a sí mismo se llaman grandes o de simples demagogos de plazuela o dirigentes de organismos espúreos.
Así como unos dicen luchar por la humanidad, los otros se arrogan derechos y reivindicaciones o alzan falsos estandartes, para hacer lo mismo que critican de otros, es decir, la impostura, la falsedad. Y así como el "tiempo del no tiempo" es evidente, la letra del conocídísimo tango argentino: Cambalache, se hace también real y ya nadie sabe quién es "choro" o es honesto porque vivimos una agudización de los males del siglo veinte.
Y aunque muchos se molesten habría sólo que preguntarse, por ejemplo, ¿quiénes conocen el TIPNIS y sus antecedentes, su geografía, sus recursos, sus escasos pobladores, las actividades que en él se realizan desde hace décadas, si no siglos? ¿Quiénes o qué extranjeros están asentados hace tiempo entre los aborígenes y cómo han influido en su decadencia o extinción? Porque difícilmente podemos hablar ya de sirionós u otras etnias que viven entre dos aguas sin ser de ninguna. Pero es fácil hacer discursos al respecto y echar la culpa de lo que pasa y no pasa al rival de turno; al que la demagogia o la conspiración internacional ha elegido que, para el caso, es lo mismo.
Todo ese discurso sobre derechos, reivindicaciones, ecología y otras yerbas, ¿es verdad o es mentira? ¿En qué realidad se basan? ¿Dónde quedan las organizaciones que hace décadas están "civilizando" las tribus? Y así podríamos hacer una y mil interrogantes sin poder dilucidar qué es la verdad y cuál es la mentira, porque el tiempo del no tiempo lo excusa todo; aunque debiera servir más bien para buscar nuevos rumbos y no contentarnos con ser parte del fin. Esta es también parte de la realidad: ser parte del fin o del inicio.
¿Con cuál se identifica?
Así como unos dicen luchar por la humanidad, los otros se arrogan derechos y reivindicaciones o alzan falsos estandartes, para hacer lo mismo que critican de otros, es decir, la impostura, la falsedad. Y así como el "tiempo del no tiempo" es evidente, la letra del conocídísimo tango argentino: Cambalache, se hace también real y ya nadie sabe quién es "choro" o es honesto porque vivimos una agudización de los males del siglo veinte.
Y aunque muchos se molesten habría sólo que preguntarse, por ejemplo, ¿quiénes conocen el TIPNIS y sus antecedentes, su geografía, sus recursos, sus escasos pobladores, las actividades que en él se realizan desde hace décadas, si no siglos? ¿Quiénes o qué extranjeros están asentados hace tiempo entre los aborígenes y cómo han influido en su decadencia o extinción? Porque difícilmente podemos hablar ya de sirionós u otras etnias que viven entre dos aguas sin ser de ninguna. Pero es fácil hacer discursos al respecto y echar la culpa de lo que pasa y no pasa al rival de turno; al que la demagogia o la conspiración internacional ha elegido que, para el caso, es lo mismo.
Todo ese discurso sobre derechos, reivindicaciones, ecología y otras yerbas, ¿es verdad o es mentira? ¿En qué realidad se basan? ¿Dónde quedan las organizaciones que hace décadas están "civilizando" las tribus? Y así podríamos hacer una y mil interrogantes sin poder dilucidar qué es la verdad y cuál es la mentira, porque el tiempo del no tiempo lo excusa todo; aunque debiera servir más bien para buscar nuevos rumbos y no contentarnos con ser parte del fin. Esta es también parte de la realidad: ser parte del fin o del inicio.
¿Con cuál se identifica?
viernes, 25 de noviembre de 2011
ECHAR LEÑA AL FUEGO
Lo de echar leña al fuego o hacer leña del árbol caído, debe responder más a nuestra herencia española que a otra cosa, pues el mismo Unamuno hablaba de la "envidia hispánica" que era uno de los defectos de los nacidos en la península ibérica. Porque vemos más esta tendencia entre los citadinos, entre los que nos consideramos leídos y sabidos, que entre la gente que vive en el campo o no se considera "intelectual".
No falta día en que, ante cualquier distorsión de la verdad y la realidad, ante cualquier insinuación y hasta especulación evidentemente intencionada, no nos lancemos como pirañas ante el prójimo o chacales ante la posibilidad de encontrar los restos de faenas ajenas. Y no valen derechos ni obligaciones; olvidamos todo con tal de agrandar la situación, enmarañarla, hacerla más confusa todavía y a eso, las más de las veces, llamamos política, que es el mal que arrastramos desde el nacimiento de la república, desde cuando los "dos caras" desplazaron a los guerrilleros de la independencia y se hicieron con el santo y al limosna, desde que en la patria vale más el sinvergüenza que el honrado, el rico que el pobre, el vanidoso que el honesto.
Si hiciésemos un balance de nuestra realidad con seguridad que llegaríamos a la conclusión que es mejor callarse que echar leña al fuego, que es mejor respetar el prójimo que agredirlo de una y mil formas, que cuando hablamos de derechos hay también que hablar de deberes; que si reclamamos porque a alguien no se le reconoce su presunción de inocencia no podemos lapidar a otros sin más; por el simple hecho de hacerlo, por envidia, por rencores mal encaminados, por complejo de inferioridad que es lo que está aquejando a muchos que creen salir en defensa del ambiente, de la ecología o los derechos pero que pronto se ven descubiertos que no tienen más que cáscara; que no presentan sustancia alguna, que sus argumentos son más deleznables que castillos de arena.
Si utilizáramos toda esa energía que ponemos en echar leña al fuego, en cuestiones más bien positivas, en proposiciones racionales, en proyectos de bien; hace rato que estaríamos como líderes de la región y del mundo y no, como sucede ahora, como simples peleles de la conspiración internacional, porque hemos renunciado a pensar, a ser auténticos, a ejercer realmente la libertad.
No falta día en que, ante cualquier distorsión de la verdad y la realidad, ante cualquier insinuación y hasta especulación evidentemente intencionada, no nos lancemos como pirañas ante el prójimo o chacales ante la posibilidad de encontrar los restos de faenas ajenas. Y no valen derechos ni obligaciones; olvidamos todo con tal de agrandar la situación, enmarañarla, hacerla más confusa todavía y a eso, las más de las veces, llamamos política, que es el mal que arrastramos desde el nacimiento de la república, desde cuando los "dos caras" desplazaron a los guerrilleros de la independencia y se hicieron con el santo y al limosna, desde que en la patria vale más el sinvergüenza que el honrado, el rico que el pobre, el vanidoso que el honesto.
Si hiciésemos un balance de nuestra realidad con seguridad que llegaríamos a la conclusión que es mejor callarse que echar leña al fuego, que es mejor respetar el prójimo que agredirlo de una y mil formas, que cuando hablamos de derechos hay también que hablar de deberes; que si reclamamos porque a alguien no se le reconoce su presunción de inocencia no podemos lapidar a otros sin más; por el simple hecho de hacerlo, por envidia, por rencores mal encaminados, por complejo de inferioridad que es lo que está aquejando a muchos que creen salir en defensa del ambiente, de la ecología o los derechos pero que pronto se ven descubiertos que no tienen más que cáscara; que no presentan sustancia alguna, que sus argumentos son más deleznables que castillos de arena.
Si utilizáramos toda esa energía que ponemos en echar leña al fuego, en cuestiones más bien positivas, en proposiciones racionales, en proyectos de bien; hace rato que estaríamos como líderes de la región y del mundo y no, como sucede ahora, como simples peleles de la conspiración internacional, porque hemos renunciado a pensar, a ser auténticos, a ejercer realmente la libertad.
jueves, 24 de noviembre de 2011
"ÍNDICES ECONÓMICOS"
Hace ya bastante tiempo que se ha producido una serie de cambios en los índices económicos y, en lugar de la producción, por ejemplo, nos muestran una distorsión de la inflación que se hace aparecer como simples parámetros de los precios al consumidor, con lo que surgen nuevas "perspectivas" en la adoración del mercado.
Y hay que referir que precisamente en eso caímos: la adoración al dinero; porque, aparte del comportamiento de las bolsas que se anuncia diariamente por los medios de comunicación, hay una preocupación casi generalizada de la gente porque las bolsas no caigan o que generen más ganancias sin saber ni por qué ni para qué y cayendo, más bien, en el culto al materialismo, para beneficio de otros.
Otro de esos índices que actualmente se manejan para dar a conocer el estado de la economía es el de la compra de inmuebles o el registro de motorizados; una disminución genera preocupación por todas partes; aunque nunca se dice que, por ejemplo, hay varios millones de viviendas sin vender porque se ha disminuido la capacidad de compra y se ha aumentado la especulación en el crédito que, por lo demás, es la raíz de la actual crisis mundial; tampoco se dice nada sobre la mayor contaminación que supone el aumento del parque automotor, en plena moda de los ambientalistas y ecologistas.
También en los países "subdesarrollados" se genera esta nueva especie de culto y se está sembrando la crisis bancaria con muchos inmuebles, condominios o palacetes, que surgen de la noche a la mañana y que nadie sabe si podrán cancelar los créditos que implican; a menos claro, que sea lavado de dinero, que es una faceta de la que tampoco se habla mundialmente pero a la que muchos gobiernos recurren en tiempos de prosperidad y de vacas flacas.
En resumen: creer en los índices económicos, es creer no sólo en el materialismo en boga sino también en la mentira porque descubren unas cosas y, las más de las veces, encubren lo que no conviene que sepa la población mundial que, preocupada por el hambre o el hacinamiento, todavía debe rendirles culto.
Y hay que referir que precisamente en eso caímos: la adoración al dinero; porque, aparte del comportamiento de las bolsas que se anuncia diariamente por los medios de comunicación, hay una preocupación casi generalizada de la gente porque las bolsas no caigan o que generen más ganancias sin saber ni por qué ni para qué y cayendo, más bien, en el culto al materialismo, para beneficio de otros.
Otro de esos índices que actualmente se manejan para dar a conocer el estado de la economía es el de la compra de inmuebles o el registro de motorizados; una disminución genera preocupación por todas partes; aunque nunca se dice que, por ejemplo, hay varios millones de viviendas sin vender porque se ha disminuido la capacidad de compra y se ha aumentado la especulación en el crédito que, por lo demás, es la raíz de la actual crisis mundial; tampoco se dice nada sobre la mayor contaminación que supone el aumento del parque automotor, en plena moda de los ambientalistas y ecologistas.
También en los países "subdesarrollados" se genera esta nueva especie de culto y se está sembrando la crisis bancaria con muchos inmuebles, condominios o palacetes, que surgen de la noche a la mañana y que nadie sabe si podrán cancelar los créditos que implican; a menos claro, que sea lavado de dinero, que es una faceta de la que tampoco se habla mundialmente pero a la que muchos gobiernos recurren en tiempos de prosperidad y de vacas flacas.
En resumen: creer en los índices económicos, es creer no sólo en el materialismo en boga sino también en la mentira porque descubren unas cosas y, las más de las veces, encubren lo que no conviene que sepa la población mundial que, preocupada por el hambre o el hacinamiento, todavía debe rendirles culto.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
HUELE A PODRIDO
Las negociaciones sobre compra y venta de acciones de ELFEC y COMTECO y el resarcimiento o no que se debe dar a ese asunto y cuánto puede costar, está llevando a investigaciones donde casi todo huele excesivamente a podrido no únicamente porque existen sospechosos y hasta prófugos sino porque hay empresas fantasmas y acuerdos irracionales, por no decir ilegales.
Casi, casi, lo mismo que sucede siempre cuando de instituciones públicas y privadas se trata, porque no es cierto que sólo en la administración pública haya corrupción; es más, si existe es porque en la privada se inicia todo porque tan corrupto es el que recibe como el que da y las denominadas "coimisiones", hace tiempo que comprueban el dicho.
Y ahora que hasta la quiebra de bancos se ha convertido en negocio, pues nada se puede esperar de transparente tanto en lo que se tiene como sospechoso como en lo que se investiga porque eso de "paraísos fiscales", "seguridad jurídica" y una serie de sofismas neoliberales apañan las cuestiones, en lugar de contribuir a combatir la inmoralidad y si no que lo digan las empresas que fueron "capitalizadas" en el mundo entero y de cómo surgieron nuevas minorías para sustituir las plutocracias y como éstas hasta lindan con la mafia y los más tenebrosos manejos materialistas. Lo que ha sucedido en la ex URSS y la caída de su muro o "telón de acero" es más que expresivo al respecto y así como se ha dado en esas latitudes, puede darse en cualquier otra parte, donde las instituciones se manejan de acuerdo a intereses personales, familiares y sectarios y muchas cooperativas entran en la bolsa, aunque hay algunas excepciones que habría que ponderar pero que no se hace porque la mayoría es abrumadora y también habría que hacer una buena investigación de fortunas al respecto para darles esa transparencia de que tanto se habla pero poco se hace.
Casi, casi, lo mismo que sucede siempre cuando de instituciones públicas y privadas se trata, porque no es cierto que sólo en la administración pública haya corrupción; es más, si existe es porque en la privada se inicia todo porque tan corrupto es el que recibe como el que da y las denominadas "coimisiones", hace tiempo que comprueban el dicho.
Y ahora que hasta la quiebra de bancos se ha convertido en negocio, pues nada se puede esperar de transparente tanto en lo que se tiene como sospechoso como en lo que se investiga porque eso de "paraísos fiscales", "seguridad jurídica" y una serie de sofismas neoliberales apañan las cuestiones, en lugar de contribuir a combatir la inmoralidad y si no que lo digan las empresas que fueron "capitalizadas" en el mundo entero y de cómo surgieron nuevas minorías para sustituir las plutocracias y como éstas hasta lindan con la mafia y los más tenebrosos manejos materialistas. Lo que ha sucedido en la ex URSS y la caída de su muro o "telón de acero" es más que expresivo al respecto y así como se ha dado en esas latitudes, puede darse en cualquier otra parte, donde las instituciones se manejan de acuerdo a intereses personales, familiares y sectarios y muchas cooperativas entran en la bolsa, aunque hay algunas excepciones que habría que ponderar pero que no se hace porque la mayoría es abrumadora y también habría que hacer una buena investigación de fortunas al respecto para darles esa transparencia de que tanto se habla pero poco se hace.
martes, 22 de noviembre de 2011
ELECCIONES EN ESPAÑA
Independientemente del resultado o del "elegido", hay algunas cosas que es necesario analizar porque es un mal generalizado en las democracias llamadas pactadas o formales; pero no reales, tal y como vienen reclamando varios indignados en el mundo entero.
En primer lugar, el número de asistentes a las urnas; es algo que no se puede dejar pasar porque no es lo mismo ganar con un 40% del electorado que con 60% de los votantes, mientras un gran número se abstiene de ir a las mismas por diversas circunstancias, entre ellas, la frustración y el desencanto.
En segundo lugar, el reparto de legisladores o miembros del Parlamento que no es lo mismo que hace años porque se han introducido una serie de mecanismos, supuestamente, para favorecer a los menos representados pero que, al final, distorsiona el acto mismo de la representación pues un millón de ciudadanos puede elegir un representante, mientras puede darse que un conjunto étnico de menos de diez mil personas tenga delegación en la asamblea. No es tan simple la cuestión porque introduce, de contrabando, un importante aspecto de discriminación que, constitucionalmente, está prohibido.
En tercer lugar, la designación de los candidatos sigue siendo potestad de uno o de pocos y, consiguientemente, una imposición para los electores lo que introduce otro factor negativo dentro de un proceso que tiende a establecer un gobierno del pueblo, para el pueblo.
Estos tres factores, especialmente, están haciendo que aumente el desencanto por la democracia y crezca el número de indignados con los resultados de estos procesos que, por lo demás, se han mercantilizado tanto que han hecho de las urnas otro producto de consumo y de propaganda liberal o neoliberal y poniendo las candidaturas sólo al alcance de quienes tienen cómo agenciarse un puestito dentro de ese mercado y que, entre nosotros, se resuelve "poniendo", como se dice en la jerga politiquera o haciendo una "inversión" como cínicamente decía el Goni, para rescatar después, corrupción mediante, los dividendos del capital.
En primer lugar, el número de asistentes a las urnas; es algo que no se puede dejar pasar porque no es lo mismo ganar con un 40% del electorado que con 60% de los votantes, mientras un gran número se abstiene de ir a las mismas por diversas circunstancias, entre ellas, la frustración y el desencanto.
En segundo lugar, el reparto de legisladores o miembros del Parlamento que no es lo mismo que hace años porque se han introducido una serie de mecanismos, supuestamente, para favorecer a los menos representados pero que, al final, distorsiona el acto mismo de la representación pues un millón de ciudadanos puede elegir un representante, mientras puede darse que un conjunto étnico de menos de diez mil personas tenga delegación en la asamblea. No es tan simple la cuestión porque introduce, de contrabando, un importante aspecto de discriminación que, constitucionalmente, está prohibido.
En tercer lugar, la designación de los candidatos sigue siendo potestad de uno o de pocos y, consiguientemente, una imposición para los electores lo que introduce otro factor negativo dentro de un proceso que tiende a establecer un gobierno del pueblo, para el pueblo.
Estos tres factores, especialmente, están haciendo que aumente el desencanto por la democracia y crezca el número de indignados con los resultados de estos procesos que, por lo demás, se han mercantilizado tanto que han hecho de las urnas otro producto de consumo y de propaganda liberal o neoliberal y poniendo las candidaturas sólo al alcance de quienes tienen cómo agenciarse un puestito dentro de ese mercado y que, entre nosotros, se resuelve "poniendo", como se dice en la jerga politiquera o haciendo una "inversión" como cínicamente decía el Goni, para rescatar después, corrupción mediante, los dividendos del capital.
lunes, 21 de noviembre de 2011
LOS SUPERESTADOS
Los bolivianos debemos ser los que tenemos experiencias más dramáticas, incluso trágicas, sobre los superestados. Sin olvidar el minero, vigente hasta 1952, hay que hacer mención no sólo al de la Embajada, desde entonces, sino también a cierta predisposición de algunos "sindicalistas" a hacer de sus instituciones verdaderos superestados en contra del bien común; hoy hay que añadir a los "movimientos sociales" en la cuestión pues cuando leemos que piden más "poder", en las decisiones gubernamentales, no se nos antoja otra cosa que estén pidiendo más cuotas en la burocracia porque el poder constituido, no admite repartijas sino entre sus respectivos órganos o poderes y no es negociable sin incurrir en impostura y usurpación.
Se puede argüir que en el mundo entero los superestados están vivitos y coleando y traer a colación lo que ocurre con la OTAN, la ONU o el FMI; pero no es el caso porque lo que debe interesarnos es que en nuestro Estado, no se presente ningún usurpador, ni a título de tecnocratismo ni a título de "profundización de la democracia" que es el ardid por donde se cuela la intromisión sectaria o internacional porque así como hay "sindicalistas" fanáticos, los hay también de los que buscan reinstalar la dependencia para recuperar las plutocracias, so capa de autonomías, regionalismos u otros ismos, como el caciquismo.
Todo superestado es enemigo del Estado y vale la redundancia porque no se trata sólo del servilismo de ciertos gobiernos o gobernantes sino de la soberanía que, implícitamente, adopta el Estado para gobernarse de acuerdo a sus necesidades, reivindidaciones y anhelos.
En el pasado y en la actualidad es esta preservación del Estado que no se ha cumplido para consolidarlo definitivamente como independiente, libre y soberano y es lo que queda por hacer a todos los bolivianos sin distinción de colores, partidos o sectarismos.
Hay que profundizar la democracia, es cierto, pero no repartiendo cuotas sino institucionalizándolo, es decir, haciendo que prime la ley sobre cualquier otro criterio antinacional, antipopular o antiestatal. Es el único camino cierto al desarrollo y el progreso real.
Se puede argüir que en el mundo entero los superestados están vivitos y coleando y traer a colación lo que ocurre con la OTAN, la ONU o el FMI; pero no es el caso porque lo que debe interesarnos es que en nuestro Estado, no se presente ningún usurpador, ni a título de tecnocratismo ni a título de "profundización de la democracia" que es el ardid por donde se cuela la intromisión sectaria o internacional porque así como hay "sindicalistas" fanáticos, los hay también de los que buscan reinstalar la dependencia para recuperar las plutocracias, so capa de autonomías, regionalismos u otros ismos, como el caciquismo.
Todo superestado es enemigo del Estado y vale la redundancia porque no se trata sólo del servilismo de ciertos gobiernos o gobernantes sino de la soberanía que, implícitamente, adopta el Estado para gobernarse de acuerdo a sus necesidades, reivindidaciones y anhelos.
En el pasado y en la actualidad es esta preservación del Estado que no se ha cumplido para consolidarlo definitivamente como independiente, libre y soberano y es lo que queda por hacer a todos los bolivianos sin distinción de colores, partidos o sectarismos.
Hay que profundizar la democracia, es cierto, pero no repartiendo cuotas sino institucionalizándolo, es decir, haciendo que prime la ley sobre cualquier otro criterio antinacional, antipopular o antiestatal. Es el único camino cierto al desarrollo y el progreso real.
domingo, 20 de noviembre de 2011
LOS INTRANSIGENTES
Los más intransigentes, son aquellos que aparecen como lo contrario porque no permiten que se ponga en tela de juicio su dogma de moda; lo mismo sucede con los "demócratas" que los "socialistas" o los "liberales"; cada cual tiene su escudo para protegerse de su debilidad, de su falta de argumentos realmente serios y por eso es precisamente que surgen los indignados, los que no necesitan comillas porque eso son: indignados, ante la falta de soluciones, ante las promesas vacías, ante la demagogia; lo mismo venga de la derecha que la izquierda, de los oficialistas que los opositores. Estamos entrando en un proceso donde los únicos que pueden crecer más son ellos; no los de este o el otro lado, porque ya no tienen crédito, porque no han hecho nada, pese a sus discursos y ofrecimientos; porque han defraudado varias y repetidas elecciones, las mismas que han convertido más bien en mercados, en salones de vanidad, en tiendas de baratijas.
Si alguien tiene ideas definidas para oponerse, pongamos por ejemplo, a la actual "democracia", lo único que recibe es el mote de retrógrada, de enemigo o de lo se le ocurra al mentiroso, al sofista, al mercader; por eso es que se ponen de moda algunos rótulos como "fascista" u "homófobo" que no hacen más que traducir el vacío ideológico y la simple consigna adormecedora de los que quieren que el hombre deje de pensar y que responda como un buen esclavo, tanto ante las urnas como en el mercado. Hace ya siglos que la razón, que aparece como título en colores de la "modernidad", ha huido de la humanidad y es perseguida constantemente aunque se diga lo contrario en la propaganda, en la vitrina del materialismo, en la tienda del consumismo y en la mente anquilosada de los que ya no responden a las ideas sino a la ley de la oferta y la demanda; lo mismo estén de uno u otro lado del espectro de la politiquería mundial y nacional.
Hay excesiva intransigencia entre los tolerantes o los "modernistas" o los como quiera que quieran llamarse y que no tienen otra cosa que anquilosamiento cerebral.
Si alguien tiene ideas definidas para oponerse, pongamos por ejemplo, a la actual "democracia", lo único que recibe es el mote de retrógrada, de enemigo o de lo se le ocurra al mentiroso, al sofista, al mercader; por eso es que se ponen de moda algunos rótulos como "fascista" u "homófobo" que no hacen más que traducir el vacío ideológico y la simple consigna adormecedora de los que quieren que el hombre deje de pensar y que responda como un buen esclavo, tanto ante las urnas como en el mercado. Hace ya siglos que la razón, que aparece como título en colores de la "modernidad", ha huido de la humanidad y es perseguida constantemente aunque se diga lo contrario en la propaganda, en la vitrina del materialismo, en la tienda del consumismo y en la mente anquilosada de los que ya no responden a las ideas sino a la ley de la oferta y la demanda; lo mismo estén de uno u otro lado del espectro de la politiquería mundial y nacional.
Hay excesiva intransigencia entre los tolerantes o los "modernistas" o los como quiera que quieran llamarse y que no tienen otra cosa que anquilosamiento cerebral.
sábado, 19 de noviembre de 2011
SIMPLEMENTE VULGAR
La supuesta campaña contra el odio de una empresa comercial, donde se montaron fotos de personajes del mundo besándose; no sólo desató la polémica sino también la franca repulsa porque no es más que vulgar, pornográfica en cierto modo, y no tiene nada de arte o inteligencia y, menos, de convocatoria al diálogo o la concertación.
Lo que nos lleva a plantear una cuestión que está en el ambiente hace bastante tiempo: ¿El hombre ha perdido o, en lo mejor, está perdiendo su capacidad creadora? Porque eso de considerar como arte cualquier manifestación de la vulgaridad o conceder derechos a los ilegales o los inmorales, no es un tema simple de análisis sino que tiene, debe tener, sus compromisos con la moral, la ética, la filosofía y, finalmente, las ideas porque no es posible aceptar la decadencia así por así y es eso lo que se está haciendo, de la mano de la mediocridad alzada como gobierno en el mundo entero.
Y pone, una vez más, en entredicho eso que también resultó en una manipulación artera: la democracia, que de participación ciudadana se ha convertido en cuoteo político o reparto burocrático y de la corrupción, como ha sucedido en Bolivia y como sucede en el orbe con gobiernos que responden más a organismos internacionales o intereses sectarios que al bien común, al interés colectivo y que puede percibirse claramente en la actual crisis económica donde la consigna parece ser: hay que salvar al verdugo.
Y así como muchos organismos internacionales están perdiendo predicamento, hay que admitir también que las transnacionales no pueden recoger ni las necesidades ni las aspiraciones de sus explotados y las campañas por esto o lo otro, pueden convertir en simples expresiones de la vulgaridad, de la ramplonería de la cabeza y del corazón, como apuntara ese vasco inteligente como era Don Miguel de Unamuno.
Las satisfacciones tendrían que darlas no sólo a los involucrados sino a la humanidad en general.
Lo que nos lleva a plantear una cuestión que está en el ambiente hace bastante tiempo: ¿El hombre ha perdido o, en lo mejor, está perdiendo su capacidad creadora? Porque eso de considerar como arte cualquier manifestación de la vulgaridad o conceder derechos a los ilegales o los inmorales, no es un tema simple de análisis sino que tiene, debe tener, sus compromisos con la moral, la ética, la filosofía y, finalmente, las ideas porque no es posible aceptar la decadencia así por así y es eso lo que se está haciendo, de la mano de la mediocridad alzada como gobierno en el mundo entero.
Y pone, una vez más, en entredicho eso que también resultó en una manipulación artera: la democracia, que de participación ciudadana se ha convertido en cuoteo político o reparto burocrático y de la corrupción, como ha sucedido en Bolivia y como sucede en el orbe con gobiernos que responden más a organismos internacionales o intereses sectarios que al bien común, al interés colectivo y que puede percibirse claramente en la actual crisis económica donde la consigna parece ser: hay que salvar al verdugo.
Y así como muchos organismos internacionales están perdiendo predicamento, hay que admitir también que las transnacionales no pueden recoger ni las necesidades ni las aspiraciones de sus explotados y las campañas por esto o lo otro, pueden convertir en simples expresiones de la vulgaridad, de la ramplonería de la cabeza y del corazón, como apuntara ese vasco inteligente como era Don Miguel de Unamuno.
Las satisfacciones tendrían que darlas no sólo a los involucrados sino a la humanidad en general.
viernes, 18 de noviembre de 2011
NO HAY NADA NUEVO BAJO EL SOL
Ahora que algunos se llenan la boca, de uno y otro lado, al hablar de la defensa de los "indígenas", "de los tipnis" o de los "pobrecitos"; bueno es recordar lo que escribiera Carlos Medinaceli hace mucho: "El indio continúa en la bárbara situación de 'bestia de carga', en que, desde el coloniaje hasta hoy, le ha colocado una civilización superficial y vana... Pero ¿por qué íbamos a preocuparnos de remediar la miseria de la raza vencida si ello sería nuestra muerte? Porque desde el momento en que se civilice al indio -que es lo que se ha pretendido hacer- preparamos nuestra derrota: ¿a quién explotamos ya y de quién vivimos? Porque el indio significa para los bolivianos eso: el que nos sustenta y por el que vivimos. Mientras nosotros, los que nos llamamos bolivianos, pasamos la existencia ocupados en erigir y derrocar gobiernos, en bizantinas discusiones políticas, en fraguar sociedades de beneficio personal, y somos en el fondo, unos canallas que no creemos en nada y ni tenemos patria, porque carecemos de sentimiento nacional y somos una raza híbrida, dislocada, sin personalidad, el único que trabaja y obra es el indio, el indio paciente y miedoso, miserable y sufrido, el único que tiene patria y forma una raza, y cumple la función humana por excelencia: producir... ¿para qué abrirle los ojos a este niño terrible y hacer que reconozca sus derechos y nos pida cuentas? ¿Para qué darle las armas con las que recuperaría su superioridad racial sobre el mestizo y el blanco? ¿Para qué civilizarlo. Los bolivianos, en relación al indio, estamos haciendo el papel del tutor pobre y vicioso que vive a costa del pupilo rico, que no se ha dado cuenta de su fortuna, Por interés vital estamos obligados a dejar que continúe en su calidad de bestia de carga... porque si reconoce su mayoridad y nos pide cuentas, adiós chacota democrática, adiós parasitismo gubernamental, adiós bobarysmo social; adiós vida, contento y alegría...A trabajar".
Si hoy ya no se llaman indianistas aparecen como indigenistas, ecologistas, ambientalistas y otras yerbas del mismo jardín: La hipocresía y la demagogia.
Como se puede comprobar, no hay nada nuevo bajo el sol, aunque hayan pasado años y años.. Y, como dice Medinaceli: "En un país donde se miente por costumbre y se es patriota por negocio", hasta los "demócratas" no sueñan sino con tiranías.
Si hoy ya no se llaman indianistas aparecen como indigenistas, ecologistas, ambientalistas y otras yerbas del mismo jardín: La hipocresía y la demagogia.
Como se puede comprobar, no hay nada nuevo bajo el sol, aunque hayan pasado años y años.. Y, como dice Medinaceli: "En un país donde se miente por costumbre y se es patriota por negocio", hasta los "demócratas" no sueñan sino con tiranías.
jueves, 17 de noviembre de 2011
EL "TORNADO" Y LOS "PERIODISTAS"
Aunque no era mi intención fatigarlos con más de una información u opinión diariamente, las circunstancias hacen que me aleje de ese intento para comentar las "dificultades" de los que fungen como periodistas y que se expresan especialmente en la televisión con cada "información" que da grima y ganas de reír.
Porque, primero, confunden un tornado, es decir, un huracán, con un simple torbellino, o sea un remolino de viento y agua, que es lo que se ha dado en el sur de la ciudad de Cochabamba; pero no sólo eso sino que también dicen que fue un "intento de tornado" o que "se llevó árboles y techos por el cielo" o, incluso, que determinada niña fue "arrancada de los brazos de su madre", cuando uno de los testigos afirma que estaba vendiendo refrescos y fue alzada por la fuerza del remolino y depositada debajo de un automóvil; ni qué decir de los horrores ortográficos cuando, en el generador de caracteres, ponen que el "tornado" "arrazó" Pucara Grande.
Y es que por mucho que celebremos que algunas universidades hayan abierto carreras de periodismo o comunicación, resulta una frustración cuando comprobamos tanta ignorancia o improvisación y, peor todavía, cuando vemos cómo se maneja la noticia, la opinión, el acontecer nacional; tendenciosamente.
Está bien reclamar por la libertad de expresión, por la pluralidad de ideas o la libertad de información; pero cuando éstas degeneran en servilismo, en ignorancia, en impostura, hay que parar las orejas y no dejar pasar las cosas porque, entonces, lo que hacemos es convertirnos en cómplices de la mediocridad, del engaño, de la desinformación, de la falta de moral y de ética. Y, nada raro, que un tornado haga polvo de eso mismo que se quiere defender.
Porque, primero, confunden un tornado, es decir, un huracán, con un simple torbellino, o sea un remolino de viento y agua, que es lo que se ha dado en el sur de la ciudad de Cochabamba; pero no sólo eso sino que también dicen que fue un "intento de tornado" o que "se llevó árboles y techos por el cielo" o, incluso, que determinada niña fue "arrancada de los brazos de su madre", cuando uno de los testigos afirma que estaba vendiendo refrescos y fue alzada por la fuerza del remolino y depositada debajo de un automóvil; ni qué decir de los horrores ortográficos cuando, en el generador de caracteres, ponen que el "tornado" "arrazó" Pucara Grande.
Y es que por mucho que celebremos que algunas universidades hayan abierto carreras de periodismo o comunicación, resulta una frustración cuando comprobamos tanta ignorancia o improvisación y, peor todavía, cuando vemos cómo se maneja la noticia, la opinión, el acontecer nacional; tendenciosamente.
Está bien reclamar por la libertad de expresión, por la pluralidad de ideas o la libertad de información; pero cuando éstas degeneran en servilismo, en ignorancia, en impostura, hay que parar las orejas y no dejar pasar las cosas porque, entonces, lo que hacemos es convertirnos en cómplices de la mediocridad, del engaño, de la desinformación, de la falta de moral y de ética. Y, nada raro, que un tornado haga polvo de eso mismo que se quiere defender.
¿INICIO DEL FIN?
Para muchas personas el inicio del fin del mundo ya se estaría dando (léase BBC Mundo); no como algunos agoreros dicen sino con acciones más concretas, más obtusas, más inmediatas. Así se estaría procediendo contra Irán, por parte de los ejércitos ya conocidos del mundo, y los "accidentes" que se han producido en ese país no serían tales sino actos de sabotaje, tendientes, según sus autores, a evitar que se construya una bomba atómica como tienen ellos en sus arsenales y las usan para chantajear; porque de eso: el chantaje, ha vivido la tierra durante siglos de imperio del miedo.
Puede que no sea más que cierto escepticismo; pero conociendo esas fuerzas del mal que actúan en contra del planeta, hay más probabilidades de certeza que de falsedad porque la misma historia mundial nos cuenta cómo, muchas veces, se ha puesto al planeta entero en riesgo sólo por unas miserables monedas y porque no se conoce o no se quiere conocer la verdadera historia terráquea, donde la hipótesis de la evolución no es parte de la ciencia sino de la ignorancia, por mucho que se diga en contrario.
Como ya varios entendidos lo han manifestado el llamado fin del mundo no va a venir como consecuencia del cambio climático, el calentamiento global o la contaminación, que pueden revertirse, sino por la estupidez humana de unos pocos que no ven más allá de sus narices y actúan impunemente amparados por el poder de las armas y su propia estulticia.
De esta manera, nos parece pues que sus preocupaciones tienen fundamento cuando también vemos en nuestras tierras que la estulticia es la que más crece y quiere hacerse escuchar so capa de cualquier cosa: la majadería, la ramplonería o el deterioro mental.
Nada raro que nos acostemos una noche y no volvamos a despertar con tanto ignorante hecho a los inteligentes que anda suelto por el planeta.
Puede que no sea más que cierto escepticismo; pero conociendo esas fuerzas del mal que actúan en contra del planeta, hay más probabilidades de certeza que de falsedad porque la misma historia mundial nos cuenta cómo, muchas veces, se ha puesto al planeta entero en riesgo sólo por unas miserables monedas y porque no se conoce o no se quiere conocer la verdadera historia terráquea, donde la hipótesis de la evolución no es parte de la ciencia sino de la ignorancia, por mucho que se diga en contrario.
Como ya varios entendidos lo han manifestado el llamado fin del mundo no va a venir como consecuencia del cambio climático, el calentamiento global o la contaminación, que pueden revertirse, sino por la estupidez humana de unos pocos que no ven más allá de sus narices y actúan impunemente amparados por el poder de las armas y su propia estulticia.
De esta manera, nos parece pues que sus preocupaciones tienen fundamento cuando también vemos en nuestras tierras que la estulticia es la que más crece y quiere hacerse escuchar so capa de cualquier cosa: la majadería, la ramplonería o el deterioro mental.
Nada raro que nos acostemos una noche y no volvamos a despertar con tanto ignorante hecho a los inteligentes que anda suelto por el planeta.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
HACEDORES DE SUEÑOS Y PESADILLAS
Muchos, no todos, de los que fungen como "comentaristas" o "periodistas" deportivos no son otra cosa que hacedores de sueños y pesadillas porque, al calor de intereses sectarios, promueven esperanzas que, de acuerdo a la lógica, son imposibles; como lo que está sucediendo con el fútbol profesional, donde no hay material para hacer una buena selección, porque se ha convertido hace tiempo en una fuente de ingresos personales y hasta de explotación humana porque los clubes ya no son lo que eran antes y se han trocado en feudos de personas o logias. Si hay que hacer alguna campaña debe ser para salvar esa disciplina de los malos dirigentes, de los negociantes, de los que sin saber patear una pelota creen que pueden conducir el destino de los aficionados y de sus simpatizantes.
Eso de ponerse la casaca no es más que sofisma, propaganda, engaño franco, porque para hacerlo habría que identificarse con lo que eso representa y ya no hay asidero para hacerlo, en vista de la soez mercatilización del deporte, de los turbios manejos en el ámbito internacional y que constantemente se denuncian, aunque luego se pierden por la complicidad que se mantiene en los medios mercantiles y vulgares.
Al jugar con las esperanzas de los pueblos se incurre en dolo y estafa y así hay que decirlo claramente cuando los resultados no se pueden maquillar con un: apenas por un gol o jugamos bien pero perdimos o muchas de las sandeces que se escuchan para excusar los fracasos por falta de buenos dirigentes, de óptimos deportistas y de eficientes periodistas y comentaristas que no pueden socapar lo malo, lo podrido.
Por lo demás, las partes del conflicto no pueden ser parte de las soluciones y hasta en eso quieren alzarse los culpables de la debacle del fútbol. Basta ya.
Eso de ponerse la casaca no es más que sofisma, propaganda, engaño franco, porque para hacerlo habría que identificarse con lo que eso representa y ya no hay asidero para hacerlo, en vista de la soez mercatilización del deporte, de los turbios manejos en el ámbito internacional y que constantemente se denuncian, aunque luego se pierden por la complicidad que se mantiene en los medios mercantiles y vulgares.
Al jugar con las esperanzas de los pueblos se incurre en dolo y estafa y así hay que decirlo claramente cuando los resultados no se pueden maquillar con un: apenas por un gol o jugamos bien pero perdimos o muchas de las sandeces que se escuchan para excusar los fracasos por falta de buenos dirigentes, de óptimos deportistas y de eficientes periodistas y comentaristas que no pueden socapar lo malo, lo podrido.
Por lo demás, las partes del conflicto no pueden ser parte de las soluciones y hasta en eso quieren alzarse los culpables de la debacle del fútbol. Basta ya.
martes, 15 de noviembre de 2011
LOS TECNOCRATAS
Sin que quiera decir que tratamos de defender a nadie en particular, la experiencia que los bolivianos tenemos respecto a los "tecnócratas", es dramática o hasta trágica porque cuando los gobernantes nos anunciaron su incursión para reemplazar al clientelismo politiquero, no fue sino el inicio de una agresión inhumana del neoliberalismo que, por poco, no nos deja en la calle.
Pues hoy, resulta que en Europa están sustituyendo a primeros ministros algunos tecnócratas, ex funcionarios de organismos internacionales que, de acuerdo a nuestra experiencia, puede ser el inicio de una nueva oleada de privatizaciones y "capitalizaciones" que recuperen el agónico neoliberalismo que, por lo que se ve, no estaba muerto y andaba de parranda.
Si algunas personas conocen las teorías de la conspiración que, con diversos matices, se manejan en el mundo, coincidirán en que la cuestión no es para reír o dejar pasar sin la alerta conveniente, porque no significa otra cosa que más materialismo, más especulación, más adoración al vil metal; mientras una gran parte de la población mundial se distrae con banalidades, con el "boom" de las comunicaciones o con cualquier circo que no nos permite ver la realidad.
Si los tecnócratas pudieran resolver los problemas del mundo; hace tiempo que nuestros gobernantes, por muy incapaces que fueran, los hubieran llamado en su auxilio; pero el hecho de que sólo sea una excusa para más y mejor explotación, deja mucho que desear; tanto, que. incluso, sería mejor seguir soportando la soez politiquería que aqueja a la humanidad. Porque lo que no hay que olvidar es lo que decía alguien a inicios del siglo XVI: La ignorancia se ha titulado. Y, a nuestro modo, tenemos ahí ese tango famoso que es toda una teoría, Cambalache.
Pues hoy, resulta que en Europa están sustituyendo a primeros ministros algunos tecnócratas, ex funcionarios de organismos internacionales que, de acuerdo a nuestra experiencia, puede ser el inicio de una nueva oleada de privatizaciones y "capitalizaciones" que recuperen el agónico neoliberalismo que, por lo que se ve, no estaba muerto y andaba de parranda.
Si algunas personas conocen las teorías de la conspiración que, con diversos matices, se manejan en el mundo, coincidirán en que la cuestión no es para reír o dejar pasar sin la alerta conveniente, porque no significa otra cosa que más materialismo, más especulación, más adoración al vil metal; mientras una gran parte de la población mundial se distrae con banalidades, con el "boom" de las comunicaciones o con cualquier circo que no nos permite ver la realidad.
Si los tecnócratas pudieran resolver los problemas del mundo; hace tiempo que nuestros gobernantes, por muy incapaces que fueran, los hubieran llamado en su auxilio; pero el hecho de que sólo sea una excusa para más y mejor explotación, deja mucho que desear; tanto, que. incluso, sería mejor seguir soportando la soez politiquería que aqueja a la humanidad. Porque lo que no hay que olvidar es lo que decía alguien a inicios del siglo XVI: La ignorancia se ha titulado. Y, a nuestro modo, tenemos ahí ese tango famoso que es toda una teoría, Cambalache.
lunes, 14 de noviembre de 2011
¿PROBLEMAS FRONTERIZOS?
Diferencias limítrofes entre cantones o departamentos, estaban ahí desde hace décadas con el consiguiente olvido de pueblos y pobladores; pero ahora que las asignaciones presupuestarias se determinan por la cantidad de pobladores o extensión territorial, las burocracias municipales urgen soluciones a su favor; sin tener en cuenta argumentos jurídicos o históricos y amenazan con bloqueos o presiones que perjudican al bien común. No hay pues interés en llevar la civilización a los pueblos olvidados sino recaudar más; así de simple y vulgar. Porque si existiese el interés por el bien común, habría diálogo y no enfrentamiento, discusión sobre planes y programas y no sobre ítemes presupuestarios; identidad con determinados pueblos y no intentos de simple explotación.
Si bien es cierto que hay que criticar que los organismos respectivos no hayan definido los límites interdepartamentales o intercantonales a su debido tiempo; también es cierto que hay que hacer lo mismo con quienes se acuerdan a la hora nona y por interés monetario. Para disputar sobre esos pueblos olvidados, habría que convocar no a la presentación de argumentos históricos o legales simplemente sino a la de planes y programas de crecimiento; pero sin nuevas asignaciones, para ver quiénes están dispuestos a hacerlo desinteresadamente, es decir, no por el dinero sino por la gente, por los niños, los jóvenes y los ancianos. Lo mismo se trate de pequeñas o grandes disputas y, después, que sean los propios pobladores de los lugares en lucha que definan a qué circunscripción quieren pertenecer.
Pero, si acaso ya hay temas específicos sobre recursos, hay que crear empresas bidepartamentales o bicantonales que sirvan, no los sectarismos en lucha sino el bien común, el interés colectivo, los intereses del Estado; a ver si así aprenden los fanáticos de la burocracia que no todo es gastar el dinero ajeno sino que hay que cumplir con necesidades y aspiraciones colectivas.
Infelizmente, el intento de dividir para reinar era un objetivo de cierta "participación popular" que viabilizaría el neoliberalismo y la privatización en el país y algunos desinformados todavía le hacen coro.
Si bien es cierto que hay que criticar que los organismos respectivos no hayan definido los límites interdepartamentales o intercantonales a su debido tiempo; también es cierto que hay que hacer lo mismo con quienes se acuerdan a la hora nona y por interés monetario. Para disputar sobre esos pueblos olvidados, habría que convocar no a la presentación de argumentos históricos o legales simplemente sino a la de planes y programas de crecimiento; pero sin nuevas asignaciones, para ver quiénes están dispuestos a hacerlo desinteresadamente, es decir, no por el dinero sino por la gente, por los niños, los jóvenes y los ancianos. Lo mismo se trate de pequeñas o grandes disputas y, después, que sean los propios pobladores de los lugares en lucha que definan a qué circunscripción quieren pertenecer.
Pero, si acaso ya hay temas específicos sobre recursos, hay que crear empresas bidepartamentales o bicantonales que sirvan, no los sectarismos en lucha sino el bien común, el interés colectivo, los intereses del Estado; a ver si así aprenden los fanáticos de la burocracia que no todo es gastar el dinero ajeno sino que hay que cumplir con necesidades y aspiraciones colectivas.
Infelizmente, el intento de dividir para reinar era un objetivo de cierta "participación popular" que viabilizaría el neoliberalismo y la privatización en el país y algunos desinformados todavía le hacen coro.
domingo, 13 de noviembre de 2011
CREDIBILIDAD
Algunos medios tendenciosos, agrandan las noticias que los organismos internacionales esparcen intencionalmente en contra o en favor de determinados países. Así los informes sobre coca o cocaína pueden ser alegremente interpretados para molestar los gobernantes o dar respiro a otros. ¿Pero quién cree ya en tales informes? Porque, hasta ahora, no se ha explicado coherentemente el financiamiento de la Operación Irán-Contras y mientras eso no suceda cualquier informe al respecto hay que darlo por falso. Lo peor de esta desinformación, porque eso es, es que nuestros propios connacionales se presten a la difamación, a la calumnia, porque si bien no podemos negar que en el país hay coca excedentaria y elaboración de cocaína, hay que aceptar también que mucha de la droga decomisada no es procedente de nuestro territorio que apenas sirve de paso hacia otro país. Y lo mismo sucede con otros temas y, al respecto, no hay que olvidar aquellos que se hicieron públicos para excusar las privatizaciones y no reflejaban ninguna realidad sino la maniobra internacional de acaparamiento y de usurpación que los organismos internacionales manejaron para hacer viable su política neoliberal que fue causa no sólo de la quiebra de algunos Estados sino también la incursión en ellos de las mafias internacionales del contrabando, la prostitución y las drogas y el caso de la ex URSS es patético.
La credulidad en encuestas, estadísticas e informes ya no pasan tan fácilmente como antes y la mayoría se da cuenta que tienen también otras intenciones que la simple interpretación o distorsión de la realidad, aunque siga siendo lamentable la persistencia de "felipillos" que quieren hacer fiesta de la desgracia ajena. Aunque también siempre habrá que preguntar: ¿Y cómo vamos por casa?
La credulidad en encuestas, estadísticas e informes ya no pasan tan fácilmente como antes y la mayoría se da cuenta que tienen también otras intenciones que la simple interpretación o distorsión de la realidad, aunque siga siendo lamentable la persistencia de "felipillos" que quieren hacer fiesta de la desgracia ajena. Aunque también siempre habrá que preguntar: ¿Y cómo vamos por casa?
sábado, 12 de noviembre de 2011
LA VERDAD
Con cuanta razón dijo Pilatos aquello de: ¿Qué es la verdad? Cuando iba a entregar a Jesús y su juicio que lo llevó a la crucifixión; porque con todo lo que la ciencia se precia de haber alcanzado, con muchos filósofos que han ahondado sobre el saber y con todo ese arsenal que, supuestamente, tenemos para la comunicación, la verdad sigue esquiva y nadie puede jactarse de poseerla.
Ahí está la mentira que se hizo caminata y logró desviar la atención de muchísima gente hacia temas más importantes como, por ejemplo, la ausencia de una oposición seria y responsable para hacer frente al oficialismo que no siempre muestra coherencia, y que, como toda mentira, tiene las patas cortas y salió nomas la revelación sobre negocios y negociados de los "indígenas" con maderas, ríos y especies animales. Lo que pasa es que no tenemos medios de comunicación libres, independientes, comprometidos con el bien común y la verdad y nos dejamos sofisticar por cualquier improvisado que responde más al salario que a la vocación, a la manipulación que la verdad, a la mentira que la información veraz. Ni qué decir de quienes se disputaron las fotos, las tomas de la pantalla chica o las páginas de los diarios; siguen ahí, todo sinvergüenzas, sin abrir la boca cuando no les conviene ni decir qué papel jugaron en el engaño; si la de tontos útiles o de títeres miserables.
Y así podemos ir descubriendo sartas de mentiras que ocultan la verdad; desde la politiquería internacional que esconde el materialismo, hasta nuestra calidad de simples productores de materia prima por una variedad de circunstancias, entre las que hay que considerar el alma de esclavo que algunos tienen para que otros sigan haciéndose ricos con lo nuestro; tanto con maderas de "bosques vírgenes" como de "barrillas" que no valen lo que pagan porque se lleven otros minerales que no se declaran en las aduanas y los embarques.
Con justa razón hay que preguntarse: ¿Qué es democracia? ¿Qué son los partidos? ¿Existen líderes en el país? ¿No será que, pese a la propaganda, no hemos avanzado y tendemos a repetir errores porque seguimos en la soez politiquería de hace décadas? ¿Necesitamos de tiranos? ¿Hay algunos que quisieran tenerlos? ¿Hacia dónde apuntan los que salen en los noticieros como inteligentes? ¿Qué C.I. tienen? Y las preguntas pueden llegar al infinito sin que, tal vez, la verdad asome porque, como Campoamor decía, "en este mundo traidor/ nada es verdad ni es mentira/ todo es según el color/ del cristal con que se mira"
Ahí está la mentira que se hizo caminata y logró desviar la atención de muchísima gente hacia temas más importantes como, por ejemplo, la ausencia de una oposición seria y responsable para hacer frente al oficialismo que no siempre muestra coherencia, y que, como toda mentira, tiene las patas cortas y salió nomas la revelación sobre negocios y negociados de los "indígenas" con maderas, ríos y especies animales. Lo que pasa es que no tenemos medios de comunicación libres, independientes, comprometidos con el bien común y la verdad y nos dejamos sofisticar por cualquier improvisado que responde más al salario que a la vocación, a la manipulación que la verdad, a la mentira que la información veraz. Ni qué decir de quienes se disputaron las fotos, las tomas de la pantalla chica o las páginas de los diarios; siguen ahí, todo sinvergüenzas, sin abrir la boca cuando no les conviene ni decir qué papel jugaron en el engaño; si la de tontos útiles o de títeres miserables.
Y así podemos ir descubriendo sartas de mentiras que ocultan la verdad; desde la politiquería internacional que esconde el materialismo, hasta nuestra calidad de simples productores de materia prima por una variedad de circunstancias, entre las que hay que considerar el alma de esclavo que algunos tienen para que otros sigan haciéndose ricos con lo nuestro; tanto con maderas de "bosques vírgenes" como de "barrillas" que no valen lo que pagan porque se lleven otros minerales que no se declaran en las aduanas y los embarques.
Con justa razón hay que preguntarse: ¿Qué es democracia? ¿Qué son los partidos? ¿Existen líderes en el país? ¿No será que, pese a la propaganda, no hemos avanzado y tendemos a repetir errores porque seguimos en la soez politiquería de hace décadas? ¿Necesitamos de tiranos? ¿Hay algunos que quisieran tenerlos? ¿Hacia dónde apuntan los que salen en los noticieros como inteligentes? ¿Qué C.I. tienen? Y las preguntas pueden llegar al infinito sin que, tal vez, la verdad asome porque, como Campoamor decía, "en este mundo traidor/ nada es verdad ni es mentira/ todo es según el color/ del cristal con que se mira"
viernes, 11 de noviembre de 2011
LA ESTULTICIA ES TERCA
Aparte de ser sumamente contagiosa, la estulticia es también terca como una mula; no otra cosa se puede decir cuando algunos "periodistas" insisten en hacer leña de las elecciones judiciales y hablan del voto nulo, como si tuviese efecto alguno, como si pudiese distorsionar por sí solo una elección de magistrados. Y no es el único caso, infelizmente, porque en una muestra reiterada de las pésimas condiciones de su formación algunos "comunicadores" que fungen de periodistas nos han entregado algunas perlas como decir "el cronómetro marcó 35,5 grados de calor en Cochabamba" o: "confía en que la embajada no desertificará a Bolivia", insistiendo en eso de la "desertificación" que, suponemos, reemplaza la descertificación con que EEUU regala a los regímenes que no le son serviles en cuestión de narcotráfico.
Aquí hay que volver a recordar a Doña María Romero, Anamar, cuando afirmaba que" el periodista culto, informado, es una especie en extinción" y apenas era el inicio de una invasión de "comunicadores" que se ve que no dominan su principal arma o instrumento de trabajo: el lenguaje; que es como si un arquitecto no supiera qué son los ladrillos y para qué se usan o un médico no supiese colocar una inyección o hacer una cura superficial. Y luego se habla de ciencia, de preparación, de suficiencia o, finalmente, de libertad de expresión, cuando lo que se hace es irresponsable a caballo de una estulticia que no porque esté de moda hay que seguirla y hacerse esclavo.
Y, lo anterior, en lugar de contribuir a la mejora o superación de los medios de comunicación hace lo contrario y agranda la controversia mundial que hay sobre su función y beneficio, en momentos en que se devela una serie de mentiras y engaños que, a lo largo de la historia, ha tenido que sufrir la humanidad. Si queremos mejorar, efectivamente, la comunicación lo primero que debemos hacer es liberarnos de la estulticia y dominar la lengua; tanto en lo que se refiere a contener el músculo del habla como a conocer las reglas de la gramática, por mucho que la sofistería nos diga que no es necesario, pues ya en otra oportunidad nos referimos a la Torre de Babel, no como un lugar donde todos hablan lenguas diferentes sino donde, pese a hablar el mismo idioma, no nos entendemos porque la estulticia se ha colado como modernidad, picardía o inteligencia.
Por lo demás, si la ciencia y la tecnología van a servir a la estupidez; mejor es huir de ellas que hacerse adicto porque así no nos maleducamos, en lugar de mejorar.
Aquí hay que volver a recordar a Doña María Romero, Anamar, cuando afirmaba que" el periodista culto, informado, es una especie en extinción" y apenas era el inicio de una invasión de "comunicadores" que se ve que no dominan su principal arma o instrumento de trabajo: el lenguaje; que es como si un arquitecto no supiera qué son los ladrillos y para qué se usan o un médico no supiese colocar una inyección o hacer una cura superficial. Y luego se habla de ciencia, de preparación, de suficiencia o, finalmente, de libertad de expresión, cuando lo que se hace es irresponsable a caballo de una estulticia que no porque esté de moda hay que seguirla y hacerse esclavo.
Y, lo anterior, en lugar de contribuir a la mejora o superación de los medios de comunicación hace lo contrario y agranda la controversia mundial que hay sobre su función y beneficio, en momentos en que se devela una serie de mentiras y engaños que, a lo largo de la historia, ha tenido que sufrir la humanidad. Si queremos mejorar, efectivamente, la comunicación lo primero que debemos hacer es liberarnos de la estulticia y dominar la lengua; tanto en lo que se refiere a contener el músculo del habla como a conocer las reglas de la gramática, por mucho que la sofistería nos diga que no es necesario, pues ya en otra oportunidad nos referimos a la Torre de Babel, no como un lugar donde todos hablan lenguas diferentes sino donde, pese a hablar el mismo idioma, no nos entendemos porque la estulticia se ha colado como modernidad, picardía o inteligencia.
Por lo demás, si la ciencia y la tecnología van a servir a la estupidez; mejor es huir de ellas que hacerse adicto porque así no nos maleducamos, en lugar de mejorar.
jueves, 10 de noviembre de 2011
EL GOBIERNO CONSTITUCIONAL
Constitucionalmente el gobierno de Bolivia se ejerce por medio de los poderes del Estado, hoy llamados órganos sin que se haya explicado por qué, y, por lo tanto, quienes lo ejercitan son los de los llamados bandos: oficialista y de la oposición, aunque los últimos, a falta de claridad intelectual se refieran al "gobierno" como algo detestable sin considerar que son parte de él.
Pero aparte de estas aclaraciones legales lo que más estamos sufriendo es la ausencia de una oposición capaz, ideológica, programática que haga frente a los excesos o usos del oficialismo que hace lo que puede, precisamente, porque no hay oposición. En muchos años, décadas o siglos, nunca los bolivianos hemos sufrido tan dramáticamente esta ausencia y falencia y tenemos que ver con pena cómo la labor opositora se diluye en el simple obstruccionismo o la majadería; en el anecdotario, en lo banal. Si "el Evo" es así o no es así, es porque los que debieran oponerle principios y programas son más vacíos todavía o anémicos del intelecto y del corazón.
Cuando la historia tenga que juzgar lo que estamos pasando, con seguridad tendrá que ser más drástica con quienes se apuntan como opositores que como oficialistas; con los que critican sin saber qué ni por qué, que con los que hacen lo que hacen del mismo modo; con los que buscan las cámaras o los páginas de los diarios por narcicismo que los que lo hacen por novedad.
Si los españoles pueden caer de la sartén al fuego o si los argentinos votaron por Cristina no tanto por ella misma sino para votar en contra de la oposición; es algo que se puede repetir en el devenir próximo futuro de Bolivia si la oposición no logra encontrar una fuente que inspire su vacuidad actual, su majadería, su incompetencia, porque no basta autocalificarse como opositor, hay que serlo con argumentos, con ideas, con planteamientos serios y no con ese humor negro que, en lo mejor, están mostrando ahora aunque sin convicción y, tal vez, sin saberlo o darse por enterados.
Pero aparte de estas aclaraciones legales lo que más estamos sufriendo es la ausencia de una oposición capaz, ideológica, programática que haga frente a los excesos o usos del oficialismo que hace lo que puede, precisamente, porque no hay oposición. En muchos años, décadas o siglos, nunca los bolivianos hemos sufrido tan dramáticamente esta ausencia y falencia y tenemos que ver con pena cómo la labor opositora se diluye en el simple obstruccionismo o la majadería; en el anecdotario, en lo banal. Si "el Evo" es así o no es así, es porque los que debieran oponerle principios y programas son más vacíos todavía o anémicos del intelecto y del corazón.
Cuando la historia tenga que juzgar lo que estamos pasando, con seguridad tendrá que ser más drástica con quienes se apuntan como opositores que como oficialistas; con los que critican sin saber qué ni por qué, que con los que hacen lo que hacen del mismo modo; con los que buscan las cámaras o los páginas de los diarios por narcicismo que los que lo hacen por novedad.
Si los españoles pueden caer de la sartén al fuego o si los argentinos votaron por Cristina no tanto por ella misma sino para votar en contra de la oposición; es algo que se puede repetir en el devenir próximo futuro de Bolivia si la oposición no logra encontrar una fuente que inspire su vacuidad actual, su majadería, su incompetencia, porque no basta autocalificarse como opositor, hay que serlo con argumentos, con ideas, con planteamientos serios y no con ese humor negro que, en lo mejor, están mostrando ahora aunque sin convicción y, tal vez, sin saberlo o darse por enterados.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
"MENTIROSO, NO LO SOPORTO"
Las palabras del mandamás francés al de EEUU, refiriéndose al primer ministro israelí, no develan más que un sentimiento casi generalizado en el mundo: la antipatía hacia el gobierno judío que no hace otra cosa que sembrar ese sentimiento en el planeta entero para esconder los manejos avariciosos, materialistas, que, desde hace tiempo, echan una sombra de dudas sobre un pueblo que aparece como víctima de una serie de episodios históricos y, las más de las veces, de sus propios líderes y conciudadanos, si atendemos la historia real y no la ficticia que nos cuenta la oficial.
La capacidad de manipulación, de hipocresía, de falsedad, que los dirigentes judíos tienen como característica secularmente, no es algo que deba enorgullecer a su pueblo y, por el contrario, disminuye sus valores y su aporte a la civilización occidental y está poniendo a todos los viajeros del planeta tierra en grave riesgo de extinción cuando, por ejemplo, piensa en atacar Irán y puede desencadenar todo un cataclismo por la reacción de la defensa árabe. Aunque no hay nada nuevo en esta posición, las condiciones no están como para repetir sucesos que la historia registra como desgraciados a la humanidad y que tienen como protagonista principal a los judíos, desde la crucifixión de Cristo hasta la oposición al reconocimiento del Estado Palestino, pasando por una variedad de episodios, por mucho que se esfuercen en distorsionarlos y aparecer más bien como víctimas. Lo que más le conviene al pueblo judío es: veracidad y, para ello, tiene que cambiar de actitud para que no se repita eso de: "mentiroso, no lo soporto" o "yo tengo que lidiar con él todos los días", significando la carga que supone el mantenimiento de una posición que se hace cada vez más insoportable, si queremos beneficiar a la humanidad en su conjunto y no la simple y vulgar avaricia del materialismo inhumano. Las frases, de otro lado, revelan también que todavía unos cuantos se atribuyen poderes sobre el mundo que nadie les ha otorgado. Y es lo más lamentable.
La capacidad de manipulación, de hipocresía, de falsedad, que los dirigentes judíos tienen como característica secularmente, no es algo que deba enorgullecer a su pueblo y, por el contrario, disminuye sus valores y su aporte a la civilización occidental y está poniendo a todos los viajeros del planeta tierra en grave riesgo de extinción cuando, por ejemplo, piensa en atacar Irán y puede desencadenar todo un cataclismo por la reacción de la defensa árabe. Aunque no hay nada nuevo en esta posición, las condiciones no están como para repetir sucesos que la historia registra como desgraciados a la humanidad y que tienen como protagonista principal a los judíos, desde la crucifixión de Cristo hasta la oposición al reconocimiento del Estado Palestino, pasando por una variedad de episodios, por mucho que se esfuercen en distorsionarlos y aparecer más bien como víctimas. Lo que más le conviene al pueblo judío es: veracidad y, para ello, tiene que cambiar de actitud para que no se repita eso de: "mentiroso, no lo soporto" o "yo tengo que lidiar con él todos los días", significando la carga que supone el mantenimiento de una posición que se hace cada vez más insoportable, si queremos beneficiar a la humanidad en su conjunto y no la simple y vulgar avaricia del materialismo inhumano. Las frases, de otro lado, revelan también que todavía unos cuantos se atribuyen poderes sobre el mundo que nadie les ha otorgado. Y es lo más lamentable.
martes, 8 de noviembre de 2011
DEBATE Y PARTIDOS
Los que esperaban encontrar argumentos para su voto, en España. seguramente han salido totalmente frustrados luego del debate entre los principales candidatos a suceder a Rodriguez Zapatero por que los mismos no han hecho otra cosa que corroborar la muerte de los partidos. Y es que no sólo se preguntan cuándo el PSOE dejó de ser socialista, si es que alguna vez lo fue, sino que en otros países no saben si existe diferencia entre izquierda y derecha, pues no la hallan a juzgar por los resultados.
La lucha ideológica, programática, ha desaparecido en el mundo entero y no solo que los partidos han fenecido sino que parece haber llegado la hora de los individuos, aunque se enfrenten en base a simples majaderías como nos mostró el "debate" español que no fue sino una repetición de otros que se dieron en diferentes partes del planeta con los mismos inútiles resultados. Pero, cuidado, porque la situación nos puede llevar a las tiranías no únicamente de las personas sino también de otros sectarismos como apuntan en Bolivia a raíz de la insurgencia de los "movimientos sociales" que quisieron llenar el vacío dejado por los partidos políticos que sólo excepcionalmente mostraron ser tales.
Todo un triunfo, podrán decir algunos, de la estrategia neoliberal de desinformación, indiferencia y hasta repulsa que han ido sembrando en la politiquería de la que ellos mismos no salen hace siglos y se conforman con adorar el nuevo becerro de oro: el dinero y andan pendientes de las alzas y bajas de la bolsa que no es más que un ídolo del materialismo que agoniza tanto como los partidos.
Estamos pues inmersos en un ambiente de cambio y hay que estar alertas porque no sea que, en río revuelto, sean los mismos los que quieran ganar porque la gente confunde politiquería con política y como no quiere saber nada de la primera no hace la segunda y se condena a sí mismo.
¡El partido ha muerto, viva el caudillo! Aunque parece ser una opción no es tal porque nos conduce de la sartén al fuego y ya demasiadas veces hemos caído en lo mismo como para repetir el error. En la crisis total que vivimos: calma y serenidad para buscar y encontrar las respuestas. Curiosamente, tal vez, estén en viejas leyendas, costumbres o culturas que, hasta ahora, sólo han sido difamadas por la declinante Cultura o Civilización Occidental.
La lucha ideológica, programática, ha desaparecido en el mundo entero y no solo que los partidos han fenecido sino que parece haber llegado la hora de los individuos, aunque se enfrenten en base a simples majaderías como nos mostró el "debate" español que no fue sino una repetición de otros que se dieron en diferentes partes del planeta con los mismos inútiles resultados. Pero, cuidado, porque la situación nos puede llevar a las tiranías no únicamente de las personas sino también de otros sectarismos como apuntan en Bolivia a raíz de la insurgencia de los "movimientos sociales" que quisieron llenar el vacío dejado por los partidos políticos que sólo excepcionalmente mostraron ser tales.
Todo un triunfo, podrán decir algunos, de la estrategia neoliberal de desinformación, indiferencia y hasta repulsa que han ido sembrando en la politiquería de la que ellos mismos no salen hace siglos y se conforman con adorar el nuevo becerro de oro: el dinero y andan pendientes de las alzas y bajas de la bolsa que no es más que un ídolo del materialismo que agoniza tanto como los partidos.
Estamos pues inmersos en un ambiente de cambio y hay que estar alertas porque no sea que, en río revuelto, sean los mismos los que quieran ganar porque la gente confunde politiquería con política y como no quiere saber nada de la primera no hace la segunda y se condena a sí mismo.
¡El partido ha muerto, viva el caudillo! Aunque parece ser una opción no es tal porque nos conduce de la sartén al fuego y ya demasiadas veces hemos caído en lo mismo como para repetir el error. En la crisis total que vivimos: calma y serenidad para buscar y encontrar las respuestas. Curiosamente, tal vez, estén en viejas leyendas, costumbres o culturas que, hasta ahora, sólo han sido difamadas por la declinante Cultura o Civilización Occidental.
lunes, 7 de noviembre de 2011
"REVOLUCIONARIO DE PROFESIÓN"
La declaración de "Carlos", el terrorista más buscado en cierta época y actualmente en juicio, nos lleva a la comprobación de una sospecha que viene de lejos: La profesión de revolucionario, es decir, no la convicción, el alineamiento ideológico sino la fuente de la pitanza. Porque eso es lo que muchos han hecho a lo largo de la historia, especialmente, en nuestras tierras latinoamericanas donde el supuesto de la pendulación, obligaba a estos ·revolucionarios" a estar pendientes de qué Embajada debían esperar la subvención, los fondos, para la logística o el propio sustento.
Cuando la historia se escriba de acuerdo a lo acontecido, podremos conocer cómo algunos episodios "históricos" no fueron sino una vil disputa por los centavos; desde el financiamiento de los campos de concentración del "doble sexenio" hasta la lucha por la "jefatura" en la guerrilla que encabezara el Ché en Bolivia. Lo que nos llevará a revisar mucho y, precisamente, esto de la profesión de revolucionario a que hace mención Carlos, el venezolano, y puede que nos encontremos con que fue más la demagogia que la convicción, el bolsillo que la ideología, la subvención que el programa. Mientras tanto, han caído muchos que sí tuvieron vocación y formación ideológica, en tanto que los sobrevivientes se disputan indemnizaciones o pagos por supuestas persecuciones, torturas o daños; lo que es una pena porque no permite discernir bien quiénes fueron efectivamente combatientes y quiénes mercenarios, los que buscan simplemente un salario seguro dentro de un ambiente donde las conspiraciones empezaban y terminan en los mismos ambientes palaciegos porque allí estaba la mayor fuente del financiamiento: La Embajada; no importa cuál que para los efectos es lo mismo; si de la derecha o de la izquierda.
La declaración tiene pues sus bemoles y va a causar más de una controversia sobre la realidad misma que hizo la insurgencia de, por ejemplo, la ex URSS y su final desastroso y anunciado. Teniendo en cuenta, además, que no siempre la revolución fue una profesión en tiempos bélicos sino también "democráticos" y cómo algunas instituciones que fungen como "ente matriz", nacieron desde el poder del dinero y el oficialismo.
Cuando la historia se escriba de acuerdo a lo acontecido, podremos conocer cómo algunos episodios "históricos" no fueron sino una vil disputa por los centavos; desde el financiamiento de los campos de concentración del "doble sexenio" hasta la lucha por la "jefatura" en la guerrilla que encabezara el Ché en Bolivia. Lo que nos llevará a revisar mucho y, precisamente, esto de la profesión de revolucionario a que hace mención Carlos, el venezolano, y puede que nos encontremos con que fue más la demagogia que la convicción, el bolsillo que la ideología, la subvención que el programa. Mientras tanto, han caído muchos que sí tuvieron vocación y formación ideológica, en tanto que los sobrevivientes se disputan indemnizaciones o pagos por supuestas persecuciones, torturas o daños; lo que es una pena porque no permite discernir bien quiénes fueron efectivamente combatientes y quiénes mercenarios, los que buscan simplemente un salario seguro dentro de un ambiente donde las conspiraciones empezaban y terminan en los mismos ambientes palaciegos porque allí estaba la mayor fuente del financiamiento: La Embajada; no importa cuál que para los efectos es lo mismo; si de la derecha o de la izquierda.
La declaración tiene pues sus bemoles y va a causar más de una controversia sobre la realidad misma que hizo la insurgencia de, por ejemplo, la ex URSS y su final desastroso y anunciado. Teniendo en cuenta, además, que no siempre la revolución fue una profesión en tiempos bélicos sino también "democráticos" y cómo algunas instituciones que fungen como "ente matriz", nacieron desde el poder del dinero y el oficialismo.
domingo, 6 de noviembre de 2011
EL "SUBIMPERIALISMO"
Si analizamos la historia real de la América Latina, especialmente a partir de los cincuenta del anterior siglo, nos encontraremos con que hubo una guerra sorda entre los gobernantes de naciones vecinas por adjudicarse eso que, intrínsecamente, se jugaba: el subimperialismo.
Y es que el Norte, alternativamente, hacía creer a argentinos o brasileños, por ejemplo, que toda su capacidad, confianza y ayuda estaría disponible en sus países si, de su parte, mostraban el servilismo que exigían, porque de eso se trataba: servilismo; pues la dependencia era tan fuerte que no sólo que los embajadores estaban en los palacios de gobierno sino que el "tío Sam" o "hermano mayor" contaba con todas las facilidades para ampliar e instalar sus servicios de inteligencia y espionaje para extender su intromisión en todas las naciones vecinas.
¿En qué se tradujo este condicionamiento? En una serie de intentos de industrialización con sus respectivos fracasos y frustraciones que no hacían otra cosa que desmantelar la industria y el comercio nacionales para reemplazarlos por filiales de las transnacionales, el caso del café soluble es más que conocido en el Brasil.
Todavía hoy se ve que estos intentos continúan y hay sujetos dispuestos a servir de tontos útiles y corruptos convenientes que empujan, o empujaron, la privatización o las estrategias para controlar, en su acepción cabal, el narcotráfico por parte del Norte y condicionar siempre nuestros gobiernos para cuando les convenga cambiar sus sistemas de gobierno en detrimento de nuestros intereses y aspiraciones. Muchos dirán que la culpa no la tienen ellos sino los "felipillos" y, tal vez tengan razón por que siempre hay algunos dispuestos a inclinar el cuerpo y doblar las rodillas por unos centavos que los haga ricos entre los miserables.
Y ésta es la peor forma de dependencia que tienen que vencer las naciones al sur del río Bravo para ser independientes, libres y auténticas, como corresponde a nuestro linaje ancestral y originario, no en el sentido que ahora se abusa sino en el de la raíz de la humanidad en el planeta.
Y es que el Norte, alternativamente, hacía creer a argentinos o brasileños, por ejemplo, que toda su capacidad, confianza y ayuda estaría disponible en sus países si, de su parte, mostraban el servilismo que exigían, porque de eso se trataba: servilismo; pues la dependencia era tan fuerte que no sólo que los embajadores estaban en los palacios de gobierno sino que el "tío Sam" o "hermano mayor" contaba con todas las facilidades para ampliar e instalar sus servicios de inteligencia y espionaje para extender su intromisión en todas las naciones vecinas.
¿En qué se tradujo este condicionamiento? En una serie de intentos de industrialización con sus respectivos fracasos y frustraciones que no hacían otra cosa que desmantelar la industria y el comercio nacionales para reemplazarlos por filiales de las transnacionales, el caso del café soluble es más que conocido en el Brasil.
Todavía hoy se ve que estos intentos continúan y hay sujetos dispuestos a servir de tontos útiles y corruptos convenientes que empujan, o empujaron, la privatización o las estrategias para controlar, en su acepción cabal, el narcotráfico por parte del Norte y condicionar siempre nuestros gobiernos para cuando les convenga cambiar sus sistemas de gobierno en detrimento de nuestros intereses y aspiraciones. Muchos dirán que la culpa no la tienen ellos sino los "felipillos" y, tal vez tengan razón por que siempre hay algunos dispuestos a inclinar el cuerpo y doblar las rodillas por unos centavos que los haga ricos entre los miserables.
Y ésta es la peor forma de dependencia que tienen que vencer las naciones al sur del río Bravo para ser independientes, libres y auténticas, como corresponde a nuestro linaje ancestral y originario, no en el sentido que ahora se abusa sino en el de la raíz de la humanidad en el planeta.
sábado, 5 de noviembre de 2011
MUNDO AL REVÉS
En un mundo al revés, el no tiempo de los mayas, no es raro que salgan en defensa de la CNS sus trabajadores que son, a su vez, los culpables de casi todas las deficiencias que se le achacan; porque la mayoría de los profesionales que allí trabajan lo hacen con idoneidad y solvencia que se cruza, muchas veces violentamente, con la actitud de los trabajadores, de los representantes que tienen ahí ilegalmente, que están más dedicados a sus compromisos sectarios que al bien común.
Quien quiera que haya estado en esos ambientes, como paciente o visitante, seguramente puede atestiguar esta realidad que se arrastra régimen tras régimen, porque desde su creación esa entidad de seguro no ha podido deshacerse de una suerte de intervención cobista que no sólo no se merece sino que es ilegal e ilegítima y en ningún instrumentos jurídico vigente se encuentra contemplado que los trabajadores tengan que interponer veto alguno a las labores administrativas o, peor, profesionales porque no les corresponde y, por el contrario, van en contra de los asegurados.
Ahora que, por enésima vez, se trata de poner las cosas en su lugar, los "proletarios" propulsores de la dictadura, vuelven a las andadas y alguna gente les hace coro; no porque sea necesario sino porque quejarse en este país es un deporte y si no que lo digan los "trabajadores de la educación" que son los que más lo hacen en la propia CNS para disgusto de los profesionales y desmedro de la institución.
Hay que institucionalizar la Caja, es decir, hay que adecuarla a la ley y no permitir la intromisión de seudosindicalistas o de vetos inconvenientes al bien común; la CNS es de los asegurados y no de los trabajadores que sólo excepcionalmente responden a la vocación y méritos necesarios para pertenecer a una casa de salud. Hay que recuperar también la idoneidad profesional y dignificarla por encima de las injurias y las calumnias que, so pretexto de veto, introducen los entrometidos y los que diariamente sabotean sus servicios; por lo demás, habría que legislar sobre las restricciones convenientes al sindicalismo en organizaciones estructurales del Estado, como se hace en casi todas partes del mundo.
Quien quiera que haya estado en esos ambientes, como paciente o visitante, seguramente puede atestiguar esta realidad que se arrastra régimen tras régimen, porque desde su creación esa entidad de seguro no ha podido deshacerse de una suerte de intervención cobista que no sólo no se merece sino que es ilegal e ilegítima y en ningún instrumentos jurídico vigente se encuentra contemplado que los trabajadores tengan que interponer veto alguno a las labores administrativas o, peor, profesionales porque no les corresponde y, por el contrario, van en contra de los asegurados.
Ahora que, por enésima vez, se trata de poner las cosas en su lugar, los "proletarios" propulsores de la dictadura, vuelven a las andadas y alguna gente les hace coro; no porque sea necesario sino porque quejarse en este país es un deporte y si no que lo digan los "trabajadores de la educación" que son los que más lo hacen en la propia CNS para disgusto de los profesionales y desmedro de la institución.
Hay que institucionalizar la Caja, es decir, hay que adecuarla a la ley y no permitir la intromisión de seudosindicalistas o de vetos inconvenientes al bien común; la CNS es de los asegurados y no de los trabajadores que sólo excepcionalmente responden a la vocación y méritos necesarios para pertenecer a una casa de salud. Hay que recuperar también la idoneidad profesional y dignificarla por encima de las injurias y las calumnias que, so pretexto de veto, introducen los entrometidos y los que diariamente sabotean sus servicios; por lo demás, habría que legislar sobre las restricciones convenientes al sindicalismo en organizaciones estructurales del Estado, como se hace en casi todas partes del mundo.
viernes, 4 de noviembre de 2011
DEMAGOGIA Y DEMOCRACIA
Dos hechos de estos últimos días nos invitan a reflexionar: 1) La reacción de los "demócratas" europeos ante la iniciativa de referéndum de Papandreau y 2) la reacción a las declaraciones de Morales. En el primer caso, no es posible que se opongan, los gobernantes de la CE, a una expresión de la democracia: la consulta popular y, en el segundo, aunque no extraña en trotskistas y comunistas, la demagogia trata de ganar partido a lo mismo: la consulta.
Es que, realmente, podemos no estar conformes a esa democracia "formal", "de mercado", dependiente, parcial, que nos ha impuesto; pero de eso a tratar de boicotear sus mejores expresiones, dista mucho; tanto que se entra en el camino de la subversión; que es donde se sitúan especialmente aquellos dirigentillos que, sin pensar dos veces e impulsados por su pésima formación ideológica, lanzan sus amenazas y hasta invitan al presidente a hacer sus maletas porque, según ellos, saldrán a las calles.
Lo que hay que preguntarse es: ¿quién representa verdaderamente al pueblo? Porque, muchas veces, las subvenciones benefician a unas cuantas personas, como el caso de los explotadores del transporte público, en detrimento de los intereses de la colectividad que, con esos dineros, podría cumplir con programas de crecimiento o evitar la persistencia de oligarquías u oligofrenias.
Consultar sobre las medidas que afectan la economía, en ambos casos, es prácticar la democracia; lo contrario de lo que dicen defender los demagogos de estas latitudes o las europeas. ¿No será que la demagogia es la principal y más efectiva termita de la democracia? ¿A quiénes representan los cobradores de cuotas sindicales que no alcanzan más que ínfimos porcentajes en sus elecciones? ¿Hasta cuándo los traficantes del sindicalismo y la impostura de la representación? ¿Hay que seguir siendo deficiente mental para ser dirigente sindical?
Es que, realmente, podemos no estar conformes a esa democracia "formal", "de mercado", dependiente, parcial, que nos ha impuesto; pero de eso a tratar de boicotear sus mejores expresiones, dista mucho; tanto que se entra en el camino de la subversión; que es donde se sitúan especialmente aquellos dirigentillos que, sin pensar dos veces e impulsados por su pésima formación ideológica, lanzan sus amenazas y hasta invitan al presidente a hacer sus maletas porque, según ellos, saldrán a las calles.
Lo que hay que preguntarse es: ¿quién representa verdaderamente al pueblo? Porque, muchas veces, las subvenciones benefician a unas cuantas personas, como el caso de los explotadores del transporte público, en detrimento de los intereses de la colectividad que, con esos dineros, podría cumplir con programas de crecimiento o evitar la persistencia de oligarquías u oligofrenias.
Consultar sobre las medidas que afectan la economía, en ambos casos, es prácticar la democracia; lo contrario de lo que dicen defender los demagogos de estas latitudes o las europeas. ¿No será que la demagogia es la principal y más efectiva termita de la democracia? ¿A quiénes representan los cobradores de cuotas sindicales que no alcanzan más que ínfimos porcentajes en sus elecciones? ¿Hasta cuándo los traficantes del sindicalismo y la impostura de la representación? ¿Hay que seguir siendo deficiente mental para ser dirigente sindical?
jueves, 3 de noviembre de 2011
ESTADÍSTICAS Y ENCUESTAS
Una diversión añadida al circo diario es el de las encuestas o estadísticas; se presentan con cualquier motivo y con cualquier excusa; sea para engañar al electorado o dar cuenta de realidades parciales. Churchill, decía: "yo sólo creo en las estadísticas que manipulo personalmente" y es suficiente para no creer en ellas; pero hay gente hasta fanática del engaño.
Es lo que está ocurriendo en estos días con eso del niño 7000 millones que, dizque, ya tiene el planeta en su superficie y que seguramente va a servir para excusar ideas peregrinas y hasta criminales; porque no hay que olvidar que, desde Malthus, la humanidad vive pendiente de su número en el supuesto que no habrá lo suficiente para comer; aunque han habido y hay voces que dicen lo contrario y en la década del setenta mientras unos advertían sobre la población otros decían que no sólo hay suficiente para todos sino demás; que lo único está en repartir equitativamente y no de acuerdo a planes especulativos, discriminadores o raciales.
La economía actual, su manejo, sus intríngulis, en cierto modo, confirman que no hay ni habrá falta de alimentos, que lo que hay que hacer es distribuir bien lo que se tiene y evitar el despilfarro que hace que mientras en unos puntos hay gordos desvergonzados; en otros los niños mueran de hambre o de sed.
Para creer en las estadísticas, primero, habría que creer en los políticos y, ciertamente, no hay asidero para ello; entonces, ¿para qué creer en estadísticas o encuestas, sabiendo que es parte de la politiquería?
Según un estadista egipcio, bastaría con destinar el 1% del PIB mundial, para acabar con el hambre en el mundo. Es también una estadística.
Es lo que está ocurriendo en estos días con eso del niño 7000 millones que, dizque, ya tiene el planeta en su superficie y que seguramente va a servir para excusar ideas peregrinas y hasta criminales; porque no hay que olvidar que, desde Malthus, la humanidad vive pendiente de su número en el supuesto que no habrá lo suficiente para comer; aunque han habido y hay voces que dicen lo contrario y en la década del setenta mientras unos advertían sobre la población otros decían que no sólo hay suficiente para todos sino demás; que lo único está en repartir equitativamente y no de acuerdo a planes especulativos, discriminadores o raciales.
La economía actual, su manejo, sus intríngulis, en cierto modo, confirman que no hay ni habrá falta de alimentos, que lo que hay que hacer es distribuir bien lo que se tiene y evitar el despilfarro que hace que mientras en unos puntos hay gordos desvergonzados; en otros los niños mueran de hambre o de sed.
Para creer en las estadísticas, primero, habría que creer en los políticos y, ciertamente, no hay asidero para ello; entonces, ¿para qué creer en estadísticas o encuestas, sabiendo que es parte de la politiquería?
Según un estadista egipcio, bastaría con destinar el 1% del PIB mundial, para acabar con el hambre en el mundo. Es también una estadística.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
LA DEMAGOGIA
Vivimos hace décadas dentro de la demagogia más inverosímil y absurda pues hay temas tabú que no se pueden tocar por no aparecer como reaccionario o enemigo de esto o lo otro. Las declaraciones de los dirigentes trotskistas del magisterio cochabambino sobre las computadoras que el gobierno les está entregando a los "trabajadores de la educación", son una muestra de este aserto; porque no sólo son absurdas sino estúpidas y entran en el mismo rango las otras del máximo dirigente de la COB que amenaza cuando quiere y por el motivo que se le pegue en gana manipulando una institución que no sólo que hace tiempo ha perdido predicamento sino que, como todos sabemos, nació al calor del poder y en detrimento de los viejos luchadores de la Federación de Mineros, los gráficos y otros que sí hicieron historia y se jugaron la vida cuando ser dirigente era un riesgo y no una puerta abierta a la corrupción y el enriquecimiento ilícito gracias a bonos, subvenciones, cuotas, viáticos, comisiones y una serie de negocios que desacreditan la representación sindical.
La historia boliviana es un rosario de imposturas de "revolucionarios", "socialistas", "milicias" y otras yerbas que se excusan eventualmente bajo varios argumentos pero que esconden una sola verdad: servilismo. Y cuando este defecto se cuela en el camino del cambio, de la reivindicación, nada vale porque se deja la representación y se la traiciona. Mucho de esto ha sucedido con "dirigentes", "socialistas", "comunistas" y hasta "trotskistas" que lo primero que han hecho es cerrar su intelecto y abrir sus bolsillos y que ya no saben vivir sin las cuotas de sus explotados gremialmente. Y si no, que lo demuestren haciendo del sindicalismo una opción libre de elección y no, como ahora, una obligación y una carga que cae sobre todos hayan votado o no, sean o no simpatizantes de crónicos dirigentes y sinvergüenzas conocidos. Sindicalismo libre ya.
La historia boliviana es un rosario de imposturas de "revolucionarios", "socialistas", "milicias" y otras yerbas que se excusan eventualmente bajo varios argumentos pero que esconden una sola verdad: servilismo. Y cuando este defecto se cuela en el camino del cambio, de la reivindicación, nada vale porque se deja la representación y se la traiciona. Mucho de esto ha sucedido con "dirigentes", "socialistas", "comunistas" y hasta "trotskistas" que lo primero que han hecho es cerrar su intelecto y abrir sus bolsillos y que ya no saben vivir sin las cuotas de sus explotados gremialmente. Y si no, que lo demuestren haciendo del sindicalismo una opción libre de elección y no, como ahora, una obligación y una carga que cae sobre todos hayan votado o no, sean o no simpatizantes de crónicos dirigentes y sinvergüenzas conocidos. Sindicalismo libre ya.
martes, 1 de noviembre de 2011
TERROR RISIBLE
Eso del terror que se quiere sembrar a costa de la fiesta de las brujas, cuyo origen ya veremos, mueve más bien a la risa o la lástima porque nadie, que tenga dos dedos de frente, puede aceptar una escenificación tan absurda y vulgarmente comercial.
Los celtas, creadores de esa distorsión de la venida de las almas e inspirados en las culturas andinas que, en cierto modo, eran las únicas que reconocían la inmortalidad del espíritu y convenían en recordarlas anualmente mediante un diálogo diverso, seguramente nunca pensaron que su costumbre fuera a degenerar tanto y dar curso al más vulgar de los comercios y al ridículo generalizado.
Si se investiga sin prejuicios y anteojeras, hay que concluir que las culturas maya y tiwanakota fueron las primeras en establecer una serie de costumbres en que la unión cuerpo-espíritu tenía una trascendencia que iba más allá del materialismo hoy en boga y que se traduce, precisamente, en la vulgarización de la visita de los muertos o la comunicación de los vivos con ellos, a través del recuerdo, del recuento de la vida misma y de la esperanza de la trascendencia y la evolución.
Lo que más duele es que la falta de orientación paterna, su ignorancia extrema y el crecimiento absurdo del materialismo ante esas ausencias, cree unas costumbres que no tienden sino al gasto y el ridículo y causen un perjuicio enorme a la cultura individual y colectiva. Claro que en este mundo traidor cada quien puede hacer lo que le plazca; incluso, el ridículo aunque se vea tan deplorablemente que sólo cause rise, en lo mejor, y profunda tristeza en lo más racional.
¿No sería mejor investigar nuestras propias costumbres y tradiciones? ¿No es eso libertad de expresión? ¿O nuestra alma de esclavos admite cualquier cosa?
Los celtas, creadores de esa distorsión de la venida de las almas e inspirados en las culturas andinas que, en cierto modo, eran las únicas que reconocían la inmortalidad del espíritu y convenían en recordarlas anualmente mediante un diálogo diverso, seguramente nunca pensaron que su costumbre fuera a degenerar tanto y dar curso al más vulgar de los comercios y al ridículo generalizado.
Si se investiga sin prejuicios y anteojeras, hay que concluir que las culturas maya y tiwanakota fueron las primeras en establecer una serie de costumbres en que la unión cuerpo-espíritu tenía una trascendencia que iba más allá del materialismo hoy en boga y que se traduce, precisamente, en la vulgarización de la visita de los muertos o la comunicación de los vivos con ellos, a través del recuerdo, del recuento de la vida misma y de la esperanza de la trascendencia y la evolución.
Lo que más duele es que la falta de orientación paterna, su ignorancia extrema y el crecimiento absurdo del materialismo ante esas ausencias, cree unas costumbres que no tienden sino al gasto y el ridículo y causen un perjuicio enorme a la cultura individual y colectiva. Claro que en este mundo traidor cada quien puede hacer lo que le plazca; incluso, el ridículo aunque se vea tan deplorablemente que sólo cause rise, en lo mejor, y profunda tristeza en lo más racional.
¿No sería mejor investigar nuestras propias costumbres y tradiciones? ¿No es eso libertad de expresión? ¿O nuestra alma de esclavos admite cualquier cosa?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)