lunes, 18 de julio de 2011

FUTBOL Y CIRCO

No hay duda que el fútbol se ha convertido en un nuevo circo o escenario teatral donde los actores interpretan roles que los empresarios les eligen, con la complicidad o no de los denominados relatores o comentaristas deportivos que hacen su papel en el mundo de la distracción mundial.
La Copa América, actualmente en disputa, es una muestra de cómo han cambiado las cosas. En primer lugar, lo histriónico, donde varios pataduras hacen más teatro que fútbol al fingir lesiones, agresiones o faltas de los contrincantes; sin que los árbitros, que hacen lo suyo, apliquen correctamente el reglamento del juego o, incluso, muestren una casi total ignorancia de ellas.
Contrariamente a la propaganda que se maneja en torno al negocio, porque nadie va a negar que es fundamentalmente eso, nos hemos quedado sin "favoritos", sin "estrellas" y sin esperanza de ver buen fútbol, porque no sólo que los resultados son magros sino que no se ve una mejora en la técnica o la estrategia y, todo lo contrario, las imitaciones o repeticiones son desesperantes.
Hace falta una reestructuración total no únicamente del fútbol, con toda esa reiteradamente denunciada mafia que la maneja, sino también en cuanto a los "entendidos" que llenan los espacios "deportivos" con una sarta de estulticias de campeonato y una muestra de total sujeción al dinero de la propaganda y, lo que es peor,
usurpando el protagonismo de los atletas para hacer el circo ellos mismos. Para comprobarlo es suficiente ver los "programas más reputados" y nadie lo puede desmentir.
Como todo, el fútbol está en crisis y no es porque los chicos empiecen a agrandarse sino porque la "pasión de multitudes" está resultando un distractivo excesivamente oneroso por sus implicaciones comerciales y porque distrae a los espectadores y los lleva a un fanatismo completamente negativo y que nadie, racionalmente, se apuntaría a esa nueva idolatría erigida por el consumismo y el materialismo que está sofocando la humanidad entera.
El deporte es una cosa; pero el mercantilismo que se hace pasar por él, es otra y muy nociva. Hay también que rescatar el deporte como la sana competencia y la buena fraternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario